MADRID, 23 Feb. (CHANCE) -
Las cámaras de Jarabe contra el cáncer acompañaron a Pau Donés en su lucha diaria contra el cáncer de colon que le fue diagnosticado en 2015. El canal #0 emitió anoche este trabajo firmado por Alberto Sole, un testimonio con un mensaje claro: mientras el cuerpo aguante seguirá haciendo una vida lo más normal posible.
Con el hilo musical de La flaca, su mayor éxito comercial, se unieron las historias vitales de dos enfermos más, Marc Pairó, un chaval al que le detectaron un tumor cerebral tras sufrir un percance en un partido de fútbol, y Meritxell Jané, una madre de familia diagnosticada de cáncer de colon hace ocho años.
"El cáncer es como un fantasma que aparece sin apenas avisar, sin motivo aparente, le da igual el la edad, el sexo, si eres músico, médico, rico o soltero. Yo no soy de los que se arrugan ante las adversidades, más bien todo lo contrario, suelo plantar cara a la vida, para lo bueno y lo malo (...) sin dramas y con realismo", dice el compositor.
Sigue también el trabajo de Carolina Buendía, enfermera del hospital de Día, que atiende habitualmente al artista. Son las encargadas de preparar a los pacientes oncológicos para los tratamientos. "Es un trabajo complicado, donde ves situaciones duras diariamente y es un trabajo que tiene que gustarte", relata la profesional de la salud.
"A pesar de los efectos secundarios, al final piensas que gracias a la quimioterapia vas a curarte. (...) Un hospital es como un hormiguero, como una colmena, hay ejércitos de personas que van de arriba para abajo, un perfecto caos para curarnos y puedo asegurar que lo hacen con mucho empeño", añade el músico catalán.
"ME DIJERON QUE SE HABÍA EXTENDIDO A HÍGADO Y PULMONES Y ES CUANDO ME DI CUENTA QUE EL CÁNCER IBA A ESTAR CONMIGO TODA LA VIDA"
Con un dispensador de quimioterapia portátil, Pau puede llevar una vida casi normal y no tener que acudir dos días seguidos para que se le suministre la medicación, de tal manera que puede visitar al especialista oncológico para que le explique sus dudas sobre la enfermedad, esquiar en la Cursa Beret y compartir todo el tiempo posible con su gente.
"Hicimos la primera cirugía y la primer quimioterapia, a los tres meses de terminar me dijeron que se había extendido a hígado y pulmones y es cuando me di cuenta que el cáncer iba a estar conmigo toda la vida", decía Meritxell para explicar su larga batalla contra la enfermedad.
"Te sigo escribiendo Pau, sin saber si leerás este mensaje. Cuando me dijeron que tenía cáncer también me aseguraron que iba a ser por poco tiempo y ya llevo medio año desde que me encontraron la enfermedad. Siento que es un año cumplido porque no he podido cumplir mis planes (...) Mi paisaje cotidiano es esta sala de espera y ver qué dicen las analíticas", dice Marc en otro momento del reportaje.
"A mí, de toda esta película, lo que más me acojonaba era la quimio porque es lo que tiene más mala fama. Es la hostia, lo que te va a curar, tiene mala fama", charla el artista de 50 años con la jefa de enfermeras de Vall d'Hebron. "Es como subir una montaña, es un camino tremendamente complicado, pero cuando llegas a la cima se ve todo con mucha luz", le contesta ella.
"LA MEDICACIÓN ESTÁ MUY AVANZADA, PERO SIEMPRE MANDA LA ENFERMEDAD"
Meritxell habla con sus hijos y les dice que se tienen que hacer controles porque en el cáncer de colon existe una enorme carga genética. "La medicación está muy avanzada, pero siempre manda la enfermedad (...) Estamos tan acostumbrados a los controles, a los médicos, a la quimio, a los hospitales... y hoy nos toca", hablaban madre e hijo mientras van de camino al hospital en coche.
"Muchos pacientes nos dicen que hasta que no llegan aquí no son conscientes de la labor que hacemos las enfermeras. Por suerte las cosas cambian, menos efectos secundarios. Una vez que empiezan el tratamiento son más conscientes de esto y la verdad que lo es, porque hablan y te cuentan sus vidas", subraya Carolina.
"EN EL HOSPITAL ME HAN SALVADO LA VIDA"
"Mi verdadero talento es la composición. Como guitarrista soy bastante malo, como cantante bastante malo, como artista bastante mediocre, pero como compositor tengo alguna actitud que otra", le dice Pau al hijo de Meritxell mientras le acompaña en la quimioterapia.
"El miedo a morir es el que más acojona de todos, más incluso del que le tenemos a vivir, y en la vida no hay que tener miedo. Hablemos de eso, de ser o no ser, de estar o no estar, dos opciones totalmente válidas, pero muy distintas. Pues bien, en este momento me inclino por la primera, por ser, por estar. En el hospital me han salvado la vida y voy a hacer lo posible por no defraudarles", promete Pau.