MADRID, 21 May. (CHANCE) -
Siete días después de la triste muerte de Álex Lequio, Beatriz Rico ha querido compartir en su perfil de Twitter unas preciosas palabras para Ana Obregón. La actriz fue compañera durante muchos años de Ana, una amistad que se vio truncada por un episodio que la propia Beatriz ha decidido narrar ahora. Sincera y muy directa, Rico ha decidido compartir con todos sus seguidores quién es Ana Obregón.
"Ya ha pasado una semana, y ahora me siento con ganas y fuerzas para contaros quién es Ana Obregón. Me faltarían cuentas en Twitter, así que voy a dar unas pinceladas, las suficientes para que sepáis quién es Ana. En mi web le dedico una frase 'amiga, eres todo un misterio'", comenzaba explicando la actriz.
Y continuaba con "la conocí en A las 11 en casa y pronto me di cuenta de que Ana estaba siempre de buen humor. La vi rodar con lesiones, dolores fuertes, incluso un día vino con fiebre muy alta y jamás se quejó ni puso mala cara. Ana era un cascabel, por donde pasaba el cachondeo estaba asegurado. Y si la estaban maquillando y llegabas tú porque tenías una escena antes que la suya, se levantaba para que te sentaras y te maquillaran a ti sin que nadie le dijera nada. Esto puede parecer una chorrada, pero en nuestro mundo en el que hay 'muy famosos' que hacen cosas de 'muy famosos', no es habitual que hagan cosas normales que denotan compañerismo. Ana nunca necesitó alimentar su ego con chorradas de ese tipo".
Una relación de amistad que perduró en el tiempo: "Pasó el tiempo y, como somos casi vecinas, compartimos gimnasio, así que nos manteníamos al día una de la otra. Y en el gimnasio Ana seguía siendo ese cascabel, siempre risas y buen rollo con todo el mundo. A veces me mosqueaba tanta alegría, sobre todo cuando yo tenía un mal día y ladraba a tutiplén. Recuerdo una noche navideña en su casa, hizo una fiesta".
BEATRIZ RICO, DE ANA OBREGÓN: "ELLA SE PORTÓ MUY BIEN CONMIGO. YO NO PUEDO DECIR LO MISMO"
Y es que Rico incluso participó en la serie de Ana Obregón: "A continuación llegó Ellas y el sexo débil: era SU serie. Escrita por ella y en la que se había volcado poniendo una ilusión que arrasaba con todo. María Barranco, Isabel Gaudí y Teté Delgado completaban el grupo de mosqueteras. Ana seguía siendo la misma que conocí años atrás: una niña de ojos llenos de chispitas y enormes ganas de divertirse en el cuerpo de una mujer. Se preocupaba por todo: '¿Han comido los técnicos el bocata? Igual hay que cortar', 'estáis cansados? paramos?'. Por eso la gente la quería tanto. Y porque nos hacía reír, mucho. A día de hoy, me sigo preguntando cómo es posible no haberla visto nunca quejarse ni poner una mala cara después de tantos años. Y llegó el cataclismo: la serie fue un desastre de audiencia y nos comunicaron que se cortaba el rodaje en el capítulo 8. Yo, como buena pisciana con tendencia al drama, llegué a plató acongojada y pensando cómo estaría Ana de destrozada".
Una relación que se rompió por unas palabras de Beatriz: "Ella se portó muy bien conmigo. Yo no puedo decir lo mismo, y me avergüenzo por ello. Por razones que no vienen al caso, un día me porté fatal. Fui injusta con ella y le dije algo muy feo que no se merecía y de lo que me arrepentí enseguida. Le hice pagar en ese momento por mis problemas. Maldito genio el mío! Sentí tanta vergüenza de lo que hice, que no le pedí perdón a tiempo. Cuando pasó el tiempo y por fin dejé la cobardía de lado le dije 'perdóname'. Ella me contestó 'anda, mujer! Si ya ni me acordaba... todos tenemos malos momentos'. Y volvió a ser la amiga de siempre. Sin reproches, sin rencores. Ésa es Ana".
Por ese motivo, esta semana pasada cuando Beatriz vio las fotos de Ana Obregón llegando a su casa desde Barcelona le recordó lo grande que es la madre de Álex Lequio: "Habéis visto la foto de la semana pasada en la que baja la ventanilla del coche para dar las gracias a los fotógrafos con una sonrisa llena de dolor después de llegar de Barcelona y de lo que había sucedido? En esa sonrisa dolorida se condensa la esencia de Ana. Ésa es ella".
Un precioso alegato que termina con este mensaje tan importante: "Por todo esto nunca nadie habla mal de ella. Qué vamos a decir, si los que la conocemos sólo tenemos motivos para darle las gracias! En esta semana he pensado tanto en ella y he rezado tanto por ella que necesitaba contaros todo lo que mi cabeza ha 'macerado'. He visto cómo la gente siempre quiere estar con ella, porque todos nos sentimos mejor cuando Ana está cerca. Mejora nuestras vidas. Creo que a eso se le llama 'tener ángel'. Y ella lo tiene. Y ahora, más que nunca".