MADRID, 16 Sep. (CHANCE) -
Tal y como acabamos de desvelar en primicia, Kiko Rivera e Irene Rosales comienzan el curso con una nueva e importante novedad en sus vidas; la pareja acaba de abandonar la casa en la que llevaban viviendo varios años y se han mudado a una residencia más señorial e imponente en la sevillana localidad de Castilleja de la Cuesta, muy cerca del que ha sido su hogar hasta hace pocos días.
Una mudanza que han llevado completamente en secreto y de la que nada se ha sabido hasta que el Dj y la influencer estaban completamente instalados en su nueva residencia, donde ya hacen vida con total normalidad. Así, esta mañana hemos visto a Irene saliendo de la impresionante casa - mucho más grande que la anterior - acompañada por sus hijas Ana y Carlota, a las que ha llevado al colegio. A su regreso, la sevillana nos ha contado que está "todo bien" y que están muy contentos con el inicio de esta nueva etapa en sus vidas, pero ha evitado entrar en detalles de cómo es su nueva casa.
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Igual de discreto, pero bastante más serio, Kiko salía en coche por el garaje de la residencia minutos después intentando pasar desapercibido y sin hablar de esta inesperada y sorprendente mudanza, que llega cuando la pareja está inmersa en rumores de crisis por una posible infidelidad del Dj, del que también se ha dicho que podría haber recaído en sus adicciones. Unas acusaciones que el hijo de Isabel Pantoja, visiblemente molesto, prefiere ignorar.
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