MADRID, 24 Oct. (CHANCE) -
Delicados momentos para Shakira. Y es que tal y como llevaba días rumoreándose y como el equipo de comunicación de la cantante ha confirmado este domingo a través de un escueto comunicado, su padre, William Mebarak Chadid, se encuentra ingresado en el hospital Teknon-Quirón de Barcelona: "Los detalles sobre su estado de salud son de carácter reservado, por lo que la familia pide respeto en estos momentos a la espera de ver su evolución", explica el texto.
Un nuevo varapalo para la colombiana, ya que a su tensa negociación para intentar llegar a un acuerdo de separación con Gerard Piqué por la custodia de sus dos hijos y a sus problemas legales - Shakira se enfrenta a una posibe pena de ocho años de prisión y a una multa de casi 23 millones de euros por presunto fraude fiscal entre 2012 y 2014 - se une ahora el delicado estado de salud de uno de los pilares fundamentales de su vida, su padre.
Fue el pasado mes de mayo cuando William Mebarak, de 91 años, sufría una caída por la que tuvo que ser intervenido de urgencia a causa de varios coágulos en la cabeza. Después de varios días ingresado en la misma clínica en la que se encuentra ahora, el colombiano volvía a su domicilio y su hija, volcada en su recuperación, no dudaba en dedicarle un precioso mensaje a través de sus redes sociales: "Nos enseñaste a levantarnos después de cada caída y esta vez sabemos que lo volveras a hacer. Te amamos".
A pesar de que el hermetismo respecto a este nuevo ingreso es total, se especula con que podría tratarse de una recaída de las secuelas que arrastra de la grave caída que sufrió hace seis meses.
Demostrando que su padre es lo más importante para ella en estos momentos, las visitas de Shakira al hospital en los horarios permitidos han sido constantes en los últimos días y, a pesar de su silencio, su rostro aparenta tranquilidad en estos delicados momentos.
Consciente de la presencia de cámaras a las puertas de la clínica Teknon-Quirón de Barcelona, la colombiana no dudaba en colocarse el gorro y mirarse en el espejo retrovisor con gesto coqueto antes de abandonar el lugar con una tímida sonrisa tranquilizadora respecto al estado de salud de su padre. El momento, ¡a continuación!
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