MADRID 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
Corinna zu Sayn-Wittgenstein ha concedido una entrevista en exclusiva al diario El Mundo y sus palabras han creado gran controversia. Desde que la publicación viese la luz muchos han sido los que se han encargado de profundizar en su historia y demostrar qué es cierto y que no.
La princesa Corinna se ha visto implicada de la noche a la mañana en el caso Nóos, en el que Diego Torres, exsocio de Iñaki Urdangarín, ha querido arrastrarle. Según recoge el diario de información la consultora internacional apunta a cerca de este caso que "Si alguien pretende utilizarme para atacar a la Familia Real, que no cuente conmigo". Y es que la princesa Corinna tiene muy claro que "No pienso volver a España mientras mi presencia allí cause controversia".
La alemana de 48 años, a quien toda esta historia le está afectando mucho, asegura que "Llevo trabajando 25 años, y todo esto hace mucho daño a mi reputación profesional", a lo que añade "Siempre he actuado de manera profesional y apropiada, y ésta es la primera vez en mi vida que se me pone en cuestión". De tal forma que la teutona muestra sin tapujos su descontento ante la situación a la que le quieren enfrentar.
Y es que como si de una película de James Bond se tratase parece que todo este revuelo ha hecho peligrar la carrera de la princesa. "La confianza y la reputación es muy importante en el tipo de trabajo que yo hago. Tarda en construirse, pero se pierde muy rápidamente. Estoy en la liga de los grandes, y eso es muy duro. Soy mujer, y encima rubia, lo cual complica las cosas aún más". Al más puro estilo chica bond Zu Sayn-Wittgenstein se defiende de las acusaciones vertidas sobre ella y asegura que "Ese trabajo que he realizado para el Gobierno español, cuando se me ha pedido, ha sido siempre delicado, confidencial. Son asuntos clasificados, situaciones puntuales que yo he ayudado a solucionar por el bien del país".
Ante las palabras de la princesa las reacciones no se han hecho esperar, y medios como la revista Vanity Fair han querido entender este asunto. Muchos han sido los que se han hecho eco de que Corinna había disuelto su empresa Apollonia Associates, con sede en Londres, pero según confirma Vanity Fair "La empresa continúa operando desde Malta, donde Sayn-Wittgenstein registró su empresa, con el mismo nombre, Apollonia Associates, en octubre de 2010". Para desmentir cualquier tipo de controversia respecto a este tema abogado fiscal aseguraba que "Malta es un paraíso fiscal legalizado dentro de la Comunidad Económica Europea y tiene unas increíbles ventajas impositivas" "Pero con todo el amparo legal".
Y es que parece que nada de lo que dice es cierto. Si bien la princesa Corinna aseguraba que "Ese trabajo que he realizado para el Gobierno español, cuando se me ha pedido, ha sido siempre delicado, confidencial" desde el actual Gobierno y del anterior han desmentido esta información. "Rotundamente, no" afirmaba Alfredo Pérez Rubalcaba cuando le preguntaban por la relación profesional entre el Gobierno y la princesa. "Estoy en condiciones de afirmar, de manera clara y rotunda, que mientras yo fui ministra de Exteriores Corinna zu Sayn-Wittgenstein no realizó ninguna gestión para el Gobierno de España" añadía Trinidad Jiménez.
¿QUIÉN ES CORINNA ZU SAYN-WITTGENSTEIN?
Corinna Larsen es hija del empresario danés fallecido Finn Bönning Larsen, alto cargo de las líneas aéreas brasileñas Varig, muy conocido en los círculos financieros y culturales alemanes por su labor de filántropo y de la alemana Ingrid Sauerland Larsen, con la que tuvo dos hijos Sven Erik y Corinna.
En 1992 Corinna se casó con el empresario británico Phillip Atkins con quien ese mismo año tuvo una hija, Nastassi. El matrimonio fracasaría poco después y enseguida comenzaría una relación con Gert-Rudolf Flick, perteneciente a una de las familias que controlan el imperio Mercedes, pero en este caso la relación no cuajó. Corinna conoció entonces al hombre que le permitiría entrar en los salones aristocráticos de Europa gracias a su título: el Príncipe Casimir zu Sayn- Wittgenstein, diez años más joven que ella. La boda civil tuvo lugar en Londres en 2000 y un año más tarde, obtenida la nulidad de su primer matrimonio, Corinna se casaban por la iglesia en Salzburgo (Austria), pero como en su primer matrimonio, la pareja se separó poco después del nacimiento del hijo de ambos, Alexander. Sin embargo Corinna consiguió mantener el título de princesa tras el divorcio que obtuvo en 2005, lo que le abrió numerosas puertas como se ha podido ver posteriormente.
Corinna es una gran aficionada a los deportes de cierto riesgo como caza, regatas o inmersiones submarinas, motivo por el que fundó la empresa Boss&Company Sporting Agency que organiza este tipo de actividades. Aunque también lleva a cabo una labor filantrópica menos conocida al frente de varias organizaciones solidarias como la Fundación Auténticos.
La aristócrata ha formado parte de la junta consultiva de la Fundación Laureus, famosa por su reconocimiento al deporte a nivel mundial. Corinna se ha encargado durante mucho tiempo de conseguir patrocinios para la Fundación Laureus, cuyos fines son altruistas.