MADRID, 14 Jul. (CHANCE) -
Raphael pertenece a esa saga de artistas que llevamos escuchando durante años y que conocemos su trayectoria al dedillo porque es un hombre que no se ha bajado de los escenarios. De hecho, ahora ha estado celebrando sus sesenta años en el mundo de la música y nos sigue pareciendo poco. Como todo artista de la época, su vida privada también traspasó la esfera de la privacidad y su amor con Natalia Figueroa ocupó durante años las páginas del papel couché.
Su boda fue el 14 de julio de 1972, en Venecia, un enlace de ensueño que un primer momento se programó como secreto, pero sin éxito alguno, ya que los periodistas estuvieron presentes en uno de los días más importantes para el artista. A pesar de que ni los mismos invitados sabían dónde iban, los profesionales de la comunicación consiguieron arrimarse a ellos para no perderse ni un solo detalle de este día... y así fue.
Se dieron el 'Sí, quiero' en la iglesia de San Zacarías y ahí mismo los dos tortolitos se encontraron con todos esos fotógrafos que habían querido esquivar. En vez de arruinar el enlace, la pareja posó para ellos y les dejaron estar durante la ceremonia, consiguiendo unas fotografías que han sido y son historia de España.
Pronto tuvieron descendencia, fruto de ese amor que sigue tan presente como el primer día: Jacobo, Alejandra y Manuel Martos. Una historia de amor que se ha convertido en una de las más longevas de todos los tiempos y que sigue apasionando a todos los fans del artista y de la periodista que ven en ellos el amor que toda España percibió con esas primeras fotografías publicadas en las revistas de la época.