MADRID, 20 Ago. (CHANCE) -
Este fin de semana, la Princesa Kalina de Bulgaria ha sido protagonista de las noticias debido a un incidente automovilístico que ha captado la atención de todos. El equipo de Europa Press ha podido hablar con el explorador español Kitín Muñoz, marido de la princesa, quien ha desmentido algunas acusaciones y ha explicado la historia de lo sucedido.
La pareja estaba disfrutando de unas tranquilas vacaciones en las pintorescas montañas de Chasca, en la localidad búlgara de Borowitz, cuando sucedió algo inesperado. Una de las adoradas mascotas de la Princesa Kalina, quien es conocida por su amor por los animales, escapó. Entre sus mascotas se encuentran cuatro perros y un cariñoso guacamayo llamado Iorana - que en polinesia significa ‘Hola’ - que lamentablemente logró salir de su jaula el pasado sábado.
Con un corazón angustiado, la hija del Rey Simeon II se aventuró en una búsqueda frenética por el bosque, guiada por el anhelo de recuperar a su querida mascota. Sin embargo, la tensión la llevó a detenerse en un pequeño pueblo de montaña para comer y recobrar fuerzas. Para acompañar un plato de pimiento asado, la Princesa pidió una copa de vino blanco para poder rebajar los nervios y la tensión del momento. Es necesario señalar que la Princesa Kalina no bebe alcohol, ya que es una gran atleta, muy aficionada al deporte y se encuentra en plena forma física.
Después de la comida, el empeño por recuperar a su guacamayo la llevó de vuelta al coche estacionado en el restaurante. Sin embargo, los nervios jugaron en su contra cuando, en una maniobra de solo 20 centímetros al dar marcha atrás, colisionó con una barrera en la pared, por lo que Kitín destaca que no han habido ni daños, ni rasguños, tal y como se ha dicho en otros medios.
En ese mismo instante, un guardia del local se apresuró hacía Kalina de malas formas, sin perder tiempo en llamar a la policía y a diferentes medios de comunicación del país. Además, el guardia no dudó en sacar de malas maneras y a la fuerza a la Princesa del coche, ocasionándole daños, por lo que Kitín dice textualmente: “Voy a encontrar a ese hombre que ha golpeado a mi mujer en el estómago y después se ha reído”.
Por el contrario, el marido de Kalina ha querido destacar el buen trato de la policía local y del Alcalde de Samokov, quien también se ha dirigido a ellos para expresar su cariño. Tanto el Rey Simeon II como su hija, la Princesa Kalina, son muy queridos en el pueblo donde han sucedido los hechos. Tanto es así, que cada vez que pasean por las montañas son muchos los ciudadanos que se acercan a saludarles y mostrar su aprecio por ellos.
Un revuelo que el aventurero tacha de innecesario: "Yo que soy marino veo ridícula esta tormenta en una copa de vino". Además, Kitín destaca que su mujer tiene un gran cariño y siempre ha demostrado su amor por Bulgaría: “Se ha casado en Bulgaria, ha tenido a su hijo en Bulgaria, está escribiendo un libro sobre Bulgaria. Además, siempre utiliza su voz para hacer una gran difusión de la cultura búlgara a nivel internacional. Kalina es una patriota de Bulgaria y es muy injusto que algunos búlgaros la traten así”.
Además, insistir en que Kalina es una gran atleta y ha sido una gran amazona, y es que ha practicado este deporte y su gran pasión durante 20 años, con referentes como el Rey Ferdinand I o Boris III de Bulgaria, el penúltimo zar de Bulgaria.
Finalmente, subraya que tanto amigos de la familia como conocidos están expresando su indignación y su apoyo a la familia, ya que el revuelo generado hacía ellos a causa de este pequeño incidente es debido a la situación política de Bulgaría. El Rey Simeon ha sido el primer monarca en ganar unas elecciones, y en los últimos meses ha concluido los pleitos con el actual Gobierno búlgaro por la propiedad de su domicilio, el Palacio de Vrana, que recuperó en 1997 y después de dejar el Gobierno se le intentó expropiar de nuevo. El Tribunal Supremo ha concluido que es de su propiedad.