MADRID, 28 Abr. (CHANCE) -
No hay nada más cercano y fuerte que el vínculo y la relación de una madre con sus hijos y en especial con sus hijas. En un primer momento, puede parecer que estos vínculos son y tienen que ser idílicos y que todo es un camino de rosas... Somos testigos de la imagen de madre e hija yendo de compras como el caso de Maria Teresa Campos y Terelu, o apoyándose en los malos momentos como hace Paula Echevarría con su madre, y en otras situaciones, comprobar que quizás su relación no es la mejor. Por eso, para entender hace falta tener en cuenta muchos ámbitos, examinar nuestras propias relaciones.
En los últimos tiempos se han abierto varios debates sobre temas que estaban cerrados, como por ejemplo lo bonito que era ser madre o la maravillosa relación que existe o que tiene que existir entre madres e hijas. Pero estos clichés se están viniendo abajo y tanto mujeres que han pasado por embarazos cuentan sus experiencias no del todo satisfactorias, como el caso que nos ocupa, de las relaciones maternofiliales en ocasiones no son del todo perfectas.
Uno de los caso que ha hecho que salte a la palestra el debate sobre estos conflictos que se puedan dar entre madres e hijas es el ejemplo televisivo de Alba Carrillo y su madre Lucía Pariente, tanto en Supervivientes, como antes de acudir al reality. En el programa Sálvame Deluxe se dejo ver la estrecha y no siempre 'buena' relación entre ambas. Por un lado, se contaba como la madre de Carrillo le acompañaba a decorar la casa donde iba a vivir después de casarse y acto seguido, ambas protagonizaban una fuerte discusión en directo, que hacía que esa imagen de madre e hija idílica y como las mejores amigas, se desvaneciera.
Pero el debate continúa, y es que o por experiencias propias o por casos conocidos, sabemos que la relación entre madres e hijas es antetodo compleja. Puede pasar, que una simple conversación se realice en un tono muy elevado y que los espectadores de la misma piensen que el tono elegido es el de una discusión y sin embargo, es una conversación normal de las que se mantienen a diario entre ellas. Si ya cada relación familiar es un mundo, la que nace y se construye entre madres e hijas da lugar a un universo muy complejo.
Sobre este tema, se debatía también en el programa Amigas y conocidas hace un tiempo. La presentadora Sonia Ferrer ponía sobre la mesa el tema con la siguiente afirmación: "Hay más relaciones de madre e hijas tóxicas de las que parece", y es que, se puede dar el caso y de hecho ocurre, que la madre cargue sobre su hija una frustración sobre un ámbito de la vida que a ella le hubiera gustado hacer o sentir y que, al no haber sido así, pretenda que sea su hija la que protagonice el momento, creyendo buscar lo mejor para ella.
La crianza de los hijos, la elección del vestido de novia, del tipo de enlace matrimonial o incluso de la casa donde se va a vivir, son temas en los que la opinión de la madre suele estar muy presente e incluso en esos momentos se produzca un pequeño "chantaje emocional" en el que por el cariño y respeto que la hija tiene hacia la madre y del que esta es consciente, se tomen o no decisiones respecto a los temas mencionados o a muchos otros, condicionados por lo que la madre dice y que quizás no son lo que la hija hubiera deseado. O viceversa, cuando una hija responsabiliza a la madre de sus problemas.
También es cierto, y la propia Ferrer lo afirmaba, que dado que las personas cambiamos y evolucionamos... planes como los de una boda, por ejemplo hablaba de la suya en particular, cambian y evolucian con nosotros. En un primer momento, la colaboradora quería que fuese en la playa y se veía a sí misma, andando descalza por la arena y finalmente no fue así. Su enlace matrimonial se produjo en un tono más formal y con pocos invitados. Así que, si las personas individuales cambian y a veces no nos entendemos ni nosotros mismos, como no va a influenciar en las relaciones con los demás y más en concreto con nuestras madres.
Vicky Larraz se unía al debate y explicaba su propia situación. Sus hijas tienen 14 y 15 años y ella mantiene una estupenda relación cercana con ellas y las chicas ven en su madre a una amiga y un ejemplo a seguir. Pero, ella también contaba que el trato que tenía con su madre era totalmente diferente ya que, el carácter y la toma de decisiones era distinto, debido a la tradición de las madres colombianas. Y especialmente y sobretodo la pertenencia a otra generación, algo que ocurre ahora pero que lleva ocurriendo desde el principio de los tiempos. Por eso, es muy difícil entender las relaciones sin conocer los distintos ámbitos, factores y puntos de vista, además del transcurso y el día a día de las madres con sus hijas.
Lo que si que está claro, es que ninguna relación es tan bonita como la pintan, y las que dan la imagen de peor relación, pueden resultar siendo las mejores amigas o complementarse a la perfección en unos ámbitos de la vida y en otros no llegar a ningún acuerdo. Así que, podemos concluir que las relaciones no son idílicas son simplemente son relaciones que atraviesan etapas y que en ocasiones llegan al pico más alto de la amistad y el perfecto entendimiento y por el contrario, en otros momentos de la vida la situación puede ser tirante e incluso negativa.
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