MADRID, 24 Abr. (CHANCE) -
Un mes después del fallecimiento de Silvia Tortosa a los 77 años tras una metástasis galopante de la que todavía no está claro si fue consciente en sus últimos momentos, la actriz está de plena actualidad. A pesar de que la discreción marcó su vida privada siendo una de las artistas más populares de nuestro país, en las últimas semanas no han dejado de darse informaciones tanto sobre su separación de Carlos Cánovas, como sobre si su exmarido estaría presente en su millonario testamento.
Con una extensa carrera profesional en cine, teatro y televisión durante más de cinco décadas, la catalana había amasado una fortuna considerable, con una abultada cuenta corriente y diversas propiedades que incluirían un espectacular chalet en la exclusiva urbanización Puerta de Hierro de Madrid, y varios pisos en Barcelona que tendría arrendados y le generaban importantes rentas. Además, poseería propiedades en Estados Unidos -fruto de dos de sus cuatro matrimonios- con dos norteamericanos.
Como ha trascendido tras su muerte aunque ella en ningún momento quiso hacerlo público en vida, llevaba varios meses separada de Carlos Cánovas, su pareja durante los últimos 17 años, al que habría sorprendido siendo infiel con la también actriz Marina Lozano.
Y mientras algunas personas cercanas a Silvia aseguran que su matrimonio nunca fue válido en España y viajó en julio de 2023 a EEUU -donde se habían casado- para disolverlo y cambiar su testamento, otros apuntan a que su unión nunca se habría roto legalmente, por lo que su último marido sería beneficiario, como mínimo, de la legítima.
Ha sido José Manuel Parada, íntimo amigo de la actriz, el que ha zanjado las especulaciones y ha revelado tanto a través de sus redes sociales como en el programa 'Juntos' de Telemadrid cómo ha quedado repartido el testamento de Silvia. Y la respuesta es que Carlos Cánovas no forma parte de los beneficiarios de la herencia.
El legado, según el periodista, se divide en 4 partes y estaría valorado en unos 5 o 6 millones de euros. La primera de ellas, de alrededor de 50.000 euros, iría a la congregación religiosa de las Hermanitas de los Pobres, a las que la artista ayudó en muchísimas ocasiones. La segunda, sus bienes inmobiliarios en Norteamérica, en Baltimore y Miami, serían para sus ex familias políticas, con las que seguía teniendo una buena relación y a las que visitaba siempre que viajaba al país.
La tercera parte iría para su gran amiga en las últimas décadas y quien estuvo a su lado hasta su último suspiro, Ana Congost, albacea además de su testamento, y que al ser preguntada por esta cuestión ha reconocido que Silvia quería mucho a sus nietos, dejando entrever que sí está incluida en su herencia. Y la última beneficiaria sería otra íntima amiga, Ana Umbral, hermana del cantante Pepe Umbral. Por tanto, si se confirma la información de Parada, Carlos Cánovas no está en el testamento de Silvia, que habría dejado todo bien atado antes de fallecer.