MADRID, 10 Jun. (CHANCE) -
"Rocío, contar la verdad para seguir viva" ha supuesto un antes y un después en la vida de Rocío Carrasco. Y es que, tras 20 años de silencio, la hija de Rocío Jurado decidía dar un paso al frente y desvelar, a lo largo de 14 capítulos, la desgarradora realidad que ha vivido desde su separación de Antonio David Flores a causa del presunto maltrato continuado de su exmarido, que habría manipulado no sólo a los medios de comunicación durante dos décadas contando una versión sobre ella que nada tenía que ver con la verdad sino también a sus hijos Rocío y David hasta el punto de que su hija le habría dado una brutal paliza que habría acabado con la relación maternofial el 27 de julio de 2012.
Sin embargo, tras contar su verdad Rocío Carrasco es una mujer nueva. Segura de sí misma, la hija de 'La más grande' mira al futuro con optimismo y, con ganas de que se haga justicia con Antonio David y de retomar su vida y su trabajo después de años enclaustrada en su casa y psicológicamente muy mal, la gran protagonista del momento ya ha comenzado a dar tímidamente los primeros pasos para volver a ser la que fue hace 20 años.
¿Lo primero que ha hecho? Irse de cena con el equipo de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva' para agradecerles su apoyo y su cariño durante la grabación de la docuserie. Así, hemos visto a Rocío y a Fidel Albiac disfrutando de la noche madrileña muy bien rodeados por los redactores, cámaras y productores encargados de dar voz a su desgarradora verdad.
Con Carlota Corredera y David Valldeperas a la cabeza, la hija de Rocío Jurado disfrutó de una velada inolvidable en un conocido restaurante de la capital, a cuya salida confesaba entre risas cuando le pedíamos que nos contase cómo se encuentra tras este renacer cual Ave Fénix: “¿Os parece que he dicho poco?”. "Todo bien, es lo único que te puedo decir”, señalaba Rocío de lo más animada.
Una cena a la que tampoco quiso faltar otro de los grandes apoyos de la pareja, su íntima amiga Anabel Dueñas, que al igual que Fidel Albiac, presumió de complicidad con los miembros del equipo de la docuserie. Rocío, por su parte, hizo gala de la especial relación que la une a David Valldeperas, paseando abrazada al director de 'Sálvame' por las calles madrileñas con la mejor de sus sonrisas, que demuestran que es una mujer nueva que, pasito a pasito, recupera la alegría y afronta el futuro con optimismo.