MADRID, 31 Ene. (CHANCE) -
Rocío Carrasco ha reaparecido públicamente en una semana donde se ha sabido que, por fin, se abrirán las puertas del museo de Rocío Jurado en Chipiona. Durante la rueda de prensa de presentación del espectáculo y la gira del musical Qué no daría yo por ser Rocío Jurado, la hija de La más grande ha querido dejar claro que ella siempre "he ido remando en pro del museo, en contra de lo que se ha dicho".
Y es que para Rociíto era fundamental solucionar ciertos aspectos que no veía claros y que no quería que se involucrasen con el nombre de su madre: "Quería solucionar cosas porque no quería poner el nombre de Rocío Jurado a determinadas cosas. Siempre lo dije, mi intención desde hace muchos años era que esto se hiciese".
Unas palabras de lo más contundentes que realizó después de la rueda de prensa. Aún así, durante el turno de preguntas también dejó claro que porque haya callado durante muchos años no ha dado la razón a todos aquellos que han hablado mal de ella en lo referente al museo de su madre: "Me las he tenido que comer dobladas pero yo siempre he estado pendiente. Al final después de que se han dicho barbaridades se ha solucionado todo con la incorporación del nuevo alcalde", y añadía: "Al final la vida va poniendo las cosas solas en su sitio".
Una larga historia que Rocío se ha tomado un poco a broma: "He sido Cruella de Vil, la mala de la película con respecto al museo". Y en cuanto al paso de su ex por Gran Hermano VIP, la hija de Pedro Carrasco ha mantenido su línea: "Lo voy a decir para que se sepa, no he hablado nunca de mis relaciones materno filiales, ni de las personas que han pasado por vida, y no lo voy a hacer ahora. Pero eso no significa que el que calla no otorga".
Una larga rueda de prensa donde ha dejado claro que al musical sobre su madre está invitado todo el mundo que quiera venir, incluidos los miembros de su familia con los que la relación es más que tirante.