MADRID, 29 Jun. (CHANCE) -
Mientras Calvin Harris lame las heridas de la ruptura, Taylor Swift ponía rumbo a Italia para seguir dando rienda suelta a su romance con el británico Tom Hiddleston. Después de dejarse ver en Rhode Island; la pareja visitó Nashville para disfrutar del concierto de Selena Gomez; de allí pusieron rumbo a Suffolk para conocer a los padres del actor; y siguieron de gira europea tras recalar en una de las ciudades más románticas del mundo, Roma.
Esta semana, la cantante y el británico fueron fotografiados por las cámaras en el Coliseo de la capital italiana. Los tortolitos más perseguidos del momento se mantuvieron agarrados de la mano durante su visita histórica. La ganadora de 10 premios Grammy lucía una enorme sonrisa y eligió para la calurosa jornada un vestido de color amarillo y zapatos azules, mientras que el protagonista de Thor se decantó por una camisa blanca y unos pantalones negros. Horas más tarde, ambos disfrutaron de una cena juntos en la terraza de un conocido restaurante, durante la que el intérprete de 35 años se mostró de lo más atento y cariñoso con su pareja.
También hemos sabido que no solo la estrella musical conoció a Diana, la madre de Tom, durante su visita a Reino Unido. Swift habría sido la primera en dar el paso del acercamiento familiar durante la visita a Nashville, donde Hiddleston conoció a Scott y Andrea, ¿sus futuros suegros? Dicen que los enamorados han cogido carrerilla, que ella está enamoradísima del actor y que cualquier cosa podría pasar en breve.
ENAMORADA DE TOM HIDDLESTON Y CON NUEVO LOOK
Además, esta nueva etapa vital está protagonizada por los cambios en Taylor. En los últimos meses, la cantante había dado un cambio radical a su forma de vestir. Guardó en lo más profundo de su armario los crop tops, las faldas con vuelo, los zapatos Oxford y toda esa ropa que tanto la definía y que se convertía en un auténtico objetivo de deseo en cuanto cruzaba la puerta de su casa y los fotógrafos la inmortalizaban.
Y cuando nos pensábamos que todos esos looks de niña buena habían muerto y que con el tiempo Taylor Swift había mutado en chica grunge con pelo rubio platino que estrenó en su portada para Vogue, la cantante ha vuelto a ser quien era y, sí, ha vuelto a cambiar de color de pelo y ha abandonado ese rubio extremista.
En las últimas apariciones públicas de la cantante, ha lucido un tono más oscuro que el que estrenó en la portada de Vogue de abril. Eso sí, la inconfundible melena rubia de Taylor Swift castaña parece que sí es historia. De momento.