MADRID, 22 Sep. (CHANCE) -
Ryan Reynolds feliz papá. El actor de 38 años es el protagonista de la portada del número de octubre de la revista GQ, a la que ha concedido una extensa entrevista en la que ha hablado de su reciente paternidad. "No tengo ningún problema en despertarme cinco veces en medio de la noche para cambiar pañales, y lo agotado que estoy, tengo esta estúpida sonrisa en mi cara todo el tiempo. Y eso no es porque tenga una niñera o algo por el estilo. Somos nosotros en estos momentos, y me encanta", relataba el marido de Blake Lively.
Un momento especial que estuvo a punto de irse al traste hace unos meses, cuando un amigo muy cercano a la familia le traicionó al intentar vender unas fotos de su pequeña James. "Es un amigo de toda la vida, uno de esos amigos con los que creces, había estado intentando vender fotos de mi bebé por ahí. Fue un periodo algo oscuro. Un par de semanas malas. Era como una muerte. Es una de esas cosas devastadoras cuando lo averiguas", señala la estrella cinematográfica. Sobre los motivos, Reynolds asegura que eran económicos. "Él pensó que nunca le pillarían. Pero es un grupo muy reducido el que podía enviar fotos así. Son solo, como, mi familia y mis amigos más cercanos. No había realmente una conversación que tener. Fue como: 'Oh, bueno, ahora no volveré a verte o hablarte otra vez, desafortunadamente", subrayaba el próximo protagonista de Deadpool.
La pareja, celosa de su intimidad, ha mantenido la identidad de su retoño en secreto. Es más, durante meses se especuló sobre el nombre de su primogénita, hasta que el pasado mes de mayo el actor desveló en un programa de televisión, y sin querer, su identidad: James. Hasta el momento no hemos podido ver nada más que una de las manitas de la pequeña. La pareja contrajo matrimonio en septiembre de 2012 con Mount Pleasant (Carolina del Sur) un año después de conocerse durante el rodaje de Linterna verde.