MADRID, 24 Nov. (CHANCE) -
Nuevo revés para Sara Carbonero, que tal y como ha desvelado la revista Lecturas en torno a las 18.00 horas de este miércoles, ha sido operada en la Clínica Universitaria de Navarra tres años después de padecer un cáncer de ovario. En un momento de felicidad y alegría en todos los sentidos, la vida ha vuelto a poner en jaque a la periodista, que este lunes era intervenida de urgencia tras someterse a una revisión médica.
A su lado, en todo momento, su madre Goyi Arévalo, su íntima amiga Isabel Jiménez y su hermana Irene, que es quien se está ocupando de sus hijos Martín y Lucas, ya que Iker Casillas está en Catar retransmitiendo el Mundial de Fútbol con RTVE. Según la publicación, el exportero estaba dispuesto a renunciar a este compromiso profesional para regresar de inmediato a España, pero finalmente la expareja decidió que lo mejor, tanto para los pequeños como de cara a la opinión pública, era dar normalidad al problema de salud de Sara.
Una operación que ha causado conmoción entre los seguidores de la periodista y de la que por el momento se desconocen los detalles y no se puede afirmar que esté relacionada con una recaída en el cáncer que superó con éxito en 2019.
Horas después de salir a la luz la noticia, Sara ha roto su silencio con una publicación de lo más signiticativa en sus redes sociales. Lejos de desvelar cómo se encuentra en estos delicados momentos, la ex de Casillas ha dejado que la música - algo fundamental en su vida, como ha confesado en más de una ocasión - hable por ella, y lo ha hecho con la nueva canción de una de sus cantantes favoritas, Valeria Castro.
'A poquito', un tema melódico que dice, en su estribillo, "me vale con que quieras mirarme a los ojitos, yo me conformo con poquito, que tanto no necesito (...) Contener las ganas de volver a vivir hoy (...) No es fácil pero no se puede hacer como que no es importante". Una preciosa letra con la que Sara ha reaparecido tras hacerse pública su operación para gritar a los cuatro vientos que la música vuelve a ser, en este duro trance, uno de sus grandes refugios.