La periodista, volcada en sus hijos y ajena a los rumores que relacionan a Iker Casillas con la influencer Rocío Osorno, reaparece tras las informaciones que aseguran que ha roto su discreto noviazgo con el artista
MADRID, 11 Feb. (CHANCE) -
Sara Carbonero se ha convertido en noticia en los últimos días y no precisamente por la relación que según la revista Lecturas Iker Casillas mantiene desde hace unos meses con la influencer Rocío Osorno, sino por las informaciones que apuntan a una ruptura con Kiki Morente.
Después de muchos rumores, ha sido Miguel Frigenti quien ha desvelado en 'Sálvame' que la periodista y el cantante no están juntos desde el pasado verano y que habría sido Sara la que habría tomado la decisión de romper su incipiente historia de amor porque "no estaba cómoda" con él. Citando a fuentes "muy cercanas" al hermano de Estrella Morente, "Kiki lo paso muy mal con la ruptura" y, aunque les hemos visto varias veces juntos en los últimos meses, lo único que les une es una amistad.
Una noticia que coincide con la presunta relación que desde hace unos meses Casillas mantendría con la sevillana Rocío Osorno y que el propio exfutbolista ha desmentido tirando de sentido del humor. "Ave María Purísima" escribía en sus redes sociales compartiendo la portada de la revista Lecturas, mientras que ante nuestros micrófonos ha preferido hacer una curiosa y divertida reflexión sobre su infancia para no hablar de su vida privada: "Cuando era pequeño iba a entrenar desde mi casa de Móstoles hasta la Ciudad Deportiva del Madrid y tardaba como 45 minutos y resulta que conocí todo el paso de la M30 cuando empezó a construirse hasta que llegué a La Paz".
Al margen de las informaciones que rodean tanto a Iker como a ella, Sara está centrada en sus proyectos profesionales - tanto en su programa en Radio Marca como en la nueva colección de Slow Love - y en sus hijos. Ha sido precisamente en un entrenamiento del pequeño Martín donde la periodista ha reaparecido después de confirmarse su presunta ruptura con Kiki Morente.
Seria y con aspecto pensativo, Sara optó por la comodidad con unos leggins negros, abrigo de corte oversize en gris, maxi bolso en blanco, una bufanda en color camel - que le hemos visto en numerosas ocasiones y se ha convertido en su favorita este invierno - y una gorra con la que intentó pasar desapercibida. Demostrando que es una super mamá y conversando animadamente con su hijo mayor, la de Corrral de Almaguer tampoco descuidó su teléfono móvil que, imaginamos, estará que 'echa humo' tras los titulares que tanto ella como Iker han acaparado en los últimos días.