MADRID, 12 Nov. (CHANCE) -
Selena Gómez lo ha pasado muy mal a causa del lupus que padece desde hace más de tres años. De hecho, la artista incluso tuvo que recibir un trasplante de riñón de una de sus amigas, la actriz Francia Raisa. Desde entonces, Selena cambio sus hábitos de vida para mejorar su salud y hacerle frente a esta incómoda enfermedad. Ahora, no es tan activa en redes sociales, no se preocupa por saber qué piensan los demás de ella, sigue una alimentación saludable y dedica todos los días unos minutos a cuidar de sí misma y conectar con su yo interior.
En una reciente entrevista con el medio Giving Back Generation, la estrella ha confesado que el lupus es el principal causante de sus aumentos de peso, algo que no ha pasado desapercibido por todos sus seguidores debido a su vida pública. Según explica Selena, debido a tener la presión arterial alta y tomar un tratamiento diario para contrarrestar los efectos del lupus, su cuerpo se ha visto sometido a alteraciones bruscas de peso: "Para ser honesta, depende incluso del mes, y sí, me di cuenta del momento en el que la gente empezó a atacarme por esto. De hecho, me dejó bastante tocada y fastidiada", confiesa.
Ese fue otro de los motivos por los que la cantante decidió que debía de pasar menos tiempo en Internet y las redes sociales. Ahora, asegura que su vida es mucho más feliz y fácil y anima a todos sus seguidores a que prueben a reducir el tiempo que pasan con los móviles y amplíen los momentos para ellos mismos y sus seres queridos: "Estoy muy feliz de poder vivir mi vida a la vez que estoy presente. Porque así es como tiene que ser. Similar a lo que yo hago: publicar una foto y continuar con mi vida; para mí eso es todo. Participaré en las alfombras rojas, haré lo que quiera, pero no necesito ver lo que genera. Participé, me sentí maravillosa y es ahí hasta donde llega el alcance. No me importa exponerme ante todos", comenta en la entrevista.
Con esto, la cantante quiere explicar que continuará siendo tan activa socialmente como era antes, pero que su vida pública terminará justo en el momento en el que acabe el evento, o justo después de publicar una nueva foto; no se interesará por los comentarios y las opiniones que generen sus actos. Una sabia elección, especialmente teniendo en cuenta lo dañina que pueden ser las opiniones de otras personas.