MADRID, 29 May. (CHANCE) -
El servicio de seguridad de Rihanna está en alerta máxima tras la puesta en libertad de Salmir Feratovic, una fanático obsesionado con la estrella que el pasado martes, 23 de mayo, trató de entrar en el apartamento de la cantante en Nueva York. Ante el juez, el acusado se declaró culpable de violación criminal y, aunque los fiscales querían que pasara cinco días encarcelado, el magistrado decidió darle la libertad el miércoles por la tarde.
El entorno de la barbadense es muy consciente de que este último arresto no le persuadirá de su incesante acoso. Salmir lo intentó en tres ocasiones más en 2016, las dos primeras en los alrededores y una vez más que fue detenido por el portero del edificio. En esta ocasión, la policía fue advertida y fue detenido tras comprobar que, además, llevaba un cuchillo.
El acosador se defendió asegurando que portaba el arma blanca para su propia protección, no para dañar a la cantante de 29 años. Los perfiles sociales de este hombre de 33 años evidencian su obsesión con Riri, como su perfil en Twitter, donde todos sus comentarios y fotos tienen una única protagonista, la diseñadora de Puma.