MADRID, 12 Abr. (CHANCE) -
Inmersa en la promoción de su nuevo disco, Shakira ha vuelto a abrir su corazón en una entrevista a la revista colombiana Aló. Y a pesar de que todos creíamos que había pasado página y que su separación de Gerard Piqué en junio de 2022 estaba más que superada, no ha dudado en volver a dedicar un durísimo dardo al exfutbolista, dejando entrever que su relación fue la 'culpable' de los siete años que estuvo sin lanzar un disco y a los que ha puesto fin con el lanzamiento el pasado 22 de marzo de 'Las mujeres ya no lloran'.
"Si la vida te da limones ya sabes, tienes que hacer limonada" reconoce, revelando que su ruptura con el padre de sus hijos fue el 'impulso' que necesitaba para crear nuevas canciones, como 'Session #53', 'Monotonía', o 'Acróstico'. "Intento sacar el máximo partido de las experiencias traumáticas y, ya sabes, intento elaborar mis propias frustraciones como mi ira y desilusión y transformarlos en algo productivo como en creatividad, resistencia y fuerza" ha explicado, revelando que su disco está basado en su dolor y ha sido una especie de "terapia" que le ha ayudado a sanar en su peor momento.
"Es como ir al psiquiatra. Me ayuda a procesar un montón de emociones y sentimientos, que de otro modo, solo podría fusilar", admite, confesando que "haber amado es la lección más valiosa que he aprendido". "Es mejor confiar y ser traicionada que no confiar nunca" y así se lo quiere transmitir a sus hijos Milán y Sasha: "Trato de enseñarles que hay gente buena a la que vale la pena amar".
Los pequeños, como afirma en la entrevista, "son mi gran apoyo"; y ahora aunque tras su separación de Piqué y su mudanza a Miami con los niños hace un año "por primera vez tengo que lidiar con muchas cosas como madre soltera", tiene claro que "a veces es una suerte no tener un marido porque me estaba arrastrando hacia abajo".
Y es que como desvela, durante los diez años que vivió con el exfutbolista en Barcelona tuvo una "relación de amor odio con la música, porque cuando tenía que ir al estudio sentía que dejaba a mi familia desatendida y eso me provoco que no disfrutara de ella. Me sentía culpable y desgarrada". "Ahora es muy diferente", ya que desde su ruptura con Gerard, y aunque "dos bebés dependen de mí como madre soltera", "tengo ganas de trabajar, de escribir canciones y de hacer música. Una necesidad compulsiva que no sentía antes".
También se sincera sobre su relación con sus hijos, confesando que nunca les ha ocultado sus sentimientos tras su separación de su papá: "Ellos saben más de lo que creemos y pueden darse cuenta cuando un adulto les está mintiendo. Si quieren la verdad y no se la das, inventan su propia versión y es cuando las cosas se complican. Hay que ser valientes para hablar con ellos y abrir una conversación donde también puedan dar su opinión" ha afirmado.