MADRID, 8 Jun. (CHANCE) -
Han pasado cinco días desde que Shakira y Gerard Piqué anunciaron su separación. A través de un escueto comunicado conjunto, la artista y el futbolista simplemente confirmaban lo que había convertido en un secreto a voces, señalando además que la prioridad de ambos eran sus dos hijos, Milan y Sasha, para los que pedían respeto a su privacidad.
Desde entonces, silencio absoluto por parte de ambos, que continúan con su día a día por separado en Barcelona. Demostrando que están volcados en sus niños, este martes por la mañana era Piqué el encargado de llevarlos al colegio. Por la tarde era a Shakira a la que veíamos dirigirse al centro escolar para recoger a sus hijos, con los que la veíamos llegando a su casa a bordo de la furgoneta azul y blanca en la que se ha movido en los últimos días.
Cabizbaja, con rostro preocupado y gafas de sol para ocultar su tristeza, la cantante continúa en la ciudad condal mientras diferentes medios de comunicación apuntan a que su mudanza a Miami sería inminente. Al parecer, su deseo siempre fue regresar a Estados Unidos - donde tiene grandes amigos y donde no tiene problemas con Hacienda, como en España, donde tiene pendiente un juicio por presunto fraude fiscal - y tras su separación de Piqué muchos dan por hecho que no tardará en abandonar Barcelona.
La incógnita es si el blaugrana le permitirá llevarse a sus hijos a Miami o si, por el contrario, emprenden una batalla legal para dirimir la custodia de los pequeños, ya que tanto Shakira como Gerard son dos padrazos y no quieren separarse de los niños.
Por el momento, lo que sí parece seguro es que cuando Milan y Sasha acaben el curso escolar la colombiana pondrá rumbo con ellos a su casa de Miami, que el hermano de Shakira, Tonino, ya está acondicionando para la ocasión. La grna incógnita es si este viaje se alargará en el tiempo para la cantante o si, por el contrario, seguirá residiendo en Barcelona tras su ruptura con Piqué.
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