MADRID, 27 Sep. (CHANCE) -
En ocasiones la realidad supera a la ficción. Y sino que se lo digan a Tamara Falcó, que en los últimos días ha pasado de ultimar los preparativos de su boda con Íñigo Onieva a romper fulminantemente su relación después de la filtración de un vídeo en el que el empresario besaba apasionadamente a otra mujer.
Destrozada, la socialité se refugia en la casa de Isabel Preysler y por el momento guarda un silencio absoluto sobre la doble traición del que era su prometido, ya que a su dolor por la deslealtad se une la decepción que sintió al descubrir que Íñigo la había engañado intentando hacerle creer que el vídeo era de 2019 cuando las evidencias demostraban que había sido grabado hace apenas 20 días.
Y, coincidiendo con este trance tan delicado, Tamara tenía previsto acudir este martes 27 a un evento como embajadora de Kronos Home, promotora del exclusivo ático en Puerta de Hierro al que se mudará próximamente. Un acto cuya asistencia confirmó hace días, sin llegar a imaginar que su felicidad saltaría por los aires de tal manera.
Sin embargo, este lunes por la tarde se informaba a los medios de comunicación que la socialité había cancelado su presencia, incapaz de enfrentarse a las preguntas sobre la deslealtad de Íñigo, la ruptura de su relación y su decisión firme de no querer saber nada de su prometido.
Una decisión comprensible e incluso lógica por parte de Tamara que, para nuestra sorpresa, horas después cambiaba de opinión y, dando un paso al frente y demostrando su fuerza en estos momentos, confirmaba su asistencia al evento, en el que compartirá protagonismo con su gran amiga Eugenia Silva.
Lo ha hecho con un escueto "nos vemos mañana" en sus redes sociales, en la que ha sido su primera publicación en Instagram desde su ruptura con Íñigo. A pocas horas de la esperadísima reaparición de Tamara la expectación es enorme y ahora solo queda por ver si evitará hacer declaraciones a la prensa o si, por el contrario, hablará alto y claro sobre la traición de su ya exnovio.