MADRID, 16 Ago. (CHANCE) -
Tamara Falcó, tarde de compras en Madrid. La joven es de los pocos rostros conocidos que están en la capital ahora que muchos han viajado a las playas para disfrutar del mar. Muy guapa con falda larga negra, blusa blanca y bolso beige, recorrió las tiendas más prestigiosas de la 'Milla de oro' de la capital.
La hija de Isabel Preysler, apasionada de la moda, quiso hacer unas compras y aprovechar que todavía algunas tiendas tenían Rebajas. La joven vive un gran momento personal, y es que ella y Enrique Solís forman la pareja más extraña del verano después de que recientemente hayan saltado los rumores de que entre ambos pudiera haber algo más que una bonita amistad.
Se conocieran en el mes de septiembre de 2013 durante la inauguración de una tienda de Porcelanosa en Marbella. Solís, con apenas veinte años, ya trabajaba para la marca de azulejos y pavimentos, además de ser socio de la cadena de hoteles "One Shot".
Dos meses más tarde del evento marbellí volvían a coincidir por azar en Tenerife en la Land Rover Challenge. Era la tercera vez que Tamara participaba en el reto de conducir un todo terreno y pasar pruebas con un fin benéfico, para Enrique era la primera vez.
En esta etapa en la que los jóvenes se están conociendo y disfrutando de su amistad tan especial, Tamara no descuida su devoción religiosa. Sigue adelante con su conversión al catolicismo, cada día más fortalecida. Como recordaremos fue hace ya un año cuando la joven nos sorprendió a todos al confesar que se había reencontrado con la Fe. Desde ese momento, la hemos visto acudir a la iglesia en innumerables ocasiones.
LA HIJA DE ISABEL PREYSLER DISFRUTÓ DE UNA DE SUS AFICIONES EN SOLITARIO
Hace tiempo que la hija de Isabel Preysler se refugió en la religión y suele ir a misa dos días a la semana. A la iglesia acude siempre en solitario, y además, lee la Biblia y aprendió a rezar el rosario. Todo parece indicar que Tamara ha querido aprovechar su estancia en Ibiza para poder participar en este tipo de actividades religiosas.
Por lo que respecta a Enrique Solís, dirige su propio hotel en el centro de Madrid. Sobre lo que pueda pasar más adelante*entre ellos no se descarta nada. El tiempo dirá, de momento ella sigue disfrutando de sus aficiones también en solitario.
Tamara, muy guapa con falda negra larga, camiseta blanca y bolso de color beige, recorrió las tiendas de Madrid mientras escuchaba música de su teléfono móvil. Seguramente alguna de las canciones era de su hermano Enrique, que acaba de arrasar en Nueva York.