MADRID, 21 Dic. (CHANCE) -
Finalizando uno de los años más duros para ella, Tamara Gorro está imparable a pesar de todo lo que le ha tocado vivir estos últimos meses. Siempre con una sonrisa en su rostro y con una actitud luchadora, la colaboradora de televisión se enfrenta a sus Navidades más complicadas por la pérdida de su yayo.
"Con actitud" desvela la influencer cuando se le preguntaba por cómo afronta estas fechas porque "tengo a mi abuela, tengo a mi madre, ellas lo llevan bastante peor, yo también, pero tiene que haber alguien que esté arriba", explicaba.
Aunque no tiene claro todavía lo que hará en Nochebuena, sí que confesaba que la noche de fin de año "nos vamos todos a Ibiza y vamos a cenar fuera" para que sea un plan completamente distinto al de todos los años y estén más distraídos.
Tamara acudía a la cena de Navidad del programa 'Y ahora Sonsoles' y también abordaba uno de los temas de los que se ha hablado mucho recientemente: los abusos sexuales. Y es que ella, tal y como confesó en uno de sus libros, desgraciadamente lo vivió de pequeña.
Por aquel entonces, la influencer tenía nueve años y "fue un caso muy traumático" porque "tuvieron que ir a buscarme... mi madre, fue en el campamento y fue terrorífico" aunque explicaba que "conmigo no hubo penetración, pero hubo un abuso".
Echando la vista atrás, Tamara es consciente de que pasado el tiempo se puede contar, como pasa en el programa en el que colabora, que hay muchos testimonios: "Ahora puedes contarlo así y muchas de ellas están en el programa y ya lo cuentan y las ves sonriendo y dices 'joder, lo que han tenido que pasar, ¿eh? Cuidado'" y hacía hincapié en que "cualquier cosa hay que denunciarla, hay que denunciarla".
En cuanto a las secuelas que le quedaron, Tamara desvelaba que "cuando empecé a tener sexo, yo no podía hacer con la luz encendida y decía 'pero ¿qué pasa?'", pero "nunca me paré a pensar eso" y cuando "caigo muy malita y empiezo con la terapia y demás, empiezas a revivir ciertos episodios de tu vida donde, ¡clac!, aquí te paras y ahí se sacó que era eso".
Por último, Tamara aseguraba que el único deseo que tiene para el 2025 es "que me quede como estoy", con esa estabilidad familiar, salud y una vida profesional cargada de éxitos.