MADRID, 13 Mar. (CHANCE) -
Steve Jobs murió el 5 de octubre de 2011 a los 56 años. Un cáncer de hígado apagó la vida del cofundador de Apple.
Su muerte marcó el final de una carrera profesional marcada por el éxito y la genialidad. Tim Cook fue el encargado de sustituir a Jobs como máximo encargado de la empresa.
Ahora, cuatro años después una nueva biografía sobre Cook desvela uno de los momentos más importantes de su vida. El CEO de Apple desvela en el libro Becoming Steve Jobs que se ofreció para ser donante en un trasplante hepático intervivo, algo que Jobs rechazó.
"Steve sólo me gritó cuatro o cinco veces durante los 13 años que nos conocimos, y esa fue una de ellas", explica Cook en el libro. "(Tim Cook) descubrió que él, como Steve, tenía un grupo sanguíneo raro y supuso que podía ser el mismo. Empezó a investigar y supo que es posible trasplantar una parte del hígado de una persona viva a alguien que necesita un trasplante", pero su jefe se negó en rotundo: "Alguien egoísta no responde así", relata en Becoming Steve Jobs.