MADRID, 17 Abr. (CHANCE) -
Toño Sanchís ha vuelto a los juzgados pero en esta ocasión no se trata de un asunto relacionado con Belén Esteban aunque sí con una persona con la que también tenía una relación laboral. El representante fue denunciado hace unos meses por una empleada doméstica que le reclamaba un contrato de trabajo, paso previo para conseguir el permiso de residencia en nuestro país y a lo que al parecer él se negó una y otra vez.
Según cuenta en su denuncia, Luzimar entró a trabajar en casa de Toño Sanchís y Lorena Romero en febrero de 2016 bajo la promesa de que le harían un contrato, algo que ella necesitaba porque llevaba seis años en España y aún era una inmigrante irregular. Tras un año y ocho meses de promesas incumplidas, Luzimar tomó la decisión de poner una denuncia en octubre del año pasado.
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La única vez que Toño ha hablado sobre este asunto fue hace unos meses en el programa Viva la vida del que era colaborador y donde aseguró que su mujer Lorena fue víctima de una extorsión por parte de Luzimar que amenazó con denunciarlos si no le daban dinero y hacerlo público en los medios de comunicación, aunque reconoció que la mujer trabajaba a tiempo parcial en su casa y que no le había podido hacer el contrato porque ella nunca aportó la documentación necesaria para tramitar el permiso laboral.
TOÑO SANCHIS: "HEMOS PRESENTADO UN ACUERDO Y LO HA ACEPTADO"
El pasado mes de octubre se produjo el acto de conciliación pero no hubo acuerdo, algo que sí se produjo el pasado martes ya que la mujer aceptó el documento presentado por Toño y su abogado, como aclaró de forma escueta el propio representante a la salida de las dependencias judiciales acompañado de su abogado "hemos presentado un acuerdo, lo ha aceptado y ya está".
Por su parte, Luzimar se mostó muy satisfecha con el resultado "estoy contenta porque aunque soy una trabajadora de hogar, soy una mujer, tengo hijos pero también nombre y dignidad", y añadió "lo que es mío por derecho ha sido respetado por la Justicia"