La colaboradora, con fuertes dolores, ha ingresado directamente en ambulancia por uno de los parquings del hospital de La Luz, evitando que los medios de comunicación captasen ninguna imagen suya
MADRID, 5 May. (CHANCE) -
El pasado 25 de abril Belén Esteban vivía una de sus tardes más complicadas en televisión cuando, al emular a los concursantes de 'Supervivientes' colgándose de una barra, sufría una fatal caída y se rompía en directo la tibia y el peroné.
Aunque en un primer momento, tras ser trasladada al hospital, se informaba de que la colaboradora no tenía que ser operada ya que la rotura había sido limpia, horas después se confirmaban los peores presagios: la ex de Jesulín tenía que pasar por quirófano ya que la lesión era más grave de lo que se esperaba en un principio.
Un duro varapalo para Belén que, con fuertes dolores y muy afectada anímicamente por su 'mala pata', ingresaba el pasado 28 de abril - hace justo una semana - en el madrileño hospital de La Luz para ser operada. Oculta bajo una manta, la de San Blas evitaba a toda costa que se captase ninguna imagen suya y, entre gritos de "mi pie, mi pie", entraba al centro acompañada por su marido, Miguel Marcos, su gran apoyo en estos momentos.
Sin embargo, y continuando con esta mala racha que parece no tener fin, los médicos informaban a Belén de que no podía ser operada, ya que la escayola le había provocado unas úlceras y heridas en la pierna que debían curarse antes de su entrada en quirófano, ya que es una paciente de riesgo por la diabetes que padece.
Desolada, la colaboradora ponía rumbo a su domicilio, donde ha permanecido en los últimos días, en los que, con fuertes dolores y arropada por los suyos, ha guardado un absoluto silencio sobre su estado de salud.
Recuperada de sus heridas, ahora sí, toca entrar en quirófano y, si todo va bien será este viernes cuando Belén sea operada de la tibia y el peroné. Una operación que la 'princesa del pueblo' afronta con muchos nervios, por lo que ha evitado dejarse ver a su llegada al hospital, donde ha ingresado hace unos minutos para someterse al preoperatorio.
Directamente en ambulancia y por el parquing del hospital. Así ha sido la llegada de Belén - a la que no hemos podido ver - a La Luz. Miguel, a su lado en todo momento, lucía mascarilla y un rostro serio que refleja la preocupación por su mujer que, si todo sale según lo previsto, será operada mañana de la tibia y el peroné.
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