MADRID, 7 Ago. (CHANCE) -
Tras confesar este domingo ante las autoridades policiales de la isla tailandesa de Koh Phangan el asesinato y descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta, con el que mantenía una relación de amistad desde hace algo más de un año, Daniel Sancho ha pasado este lunes a disposición judicial y el juez ha decretado prisión provisional para él por un crimen atroz que ha dejado sin palabras a propios y extraños.
El hijo de Rodolfo Sancho era trasladado hace unas horas a la isla de Koh Samui, al sur de Tailandia, para prestar declaración ante la Justicia del país asiático, que le ha acusado formalmente de asesinato y ordenado su ingreso inmediato en la cárcel de Koh Samui, donde permanecerá en prisión provisional hasta la celebración del juicio, como ha adelantado Efe.
El joven -que ha reconocido que mató a Edwin pero sigue manteniendo que fue de forma fortuita durante un forecejo porque le tenía "prisionero" y "sometido", y le "obligó" a hacer cosas que nunca hubiese querido hacer- estará en un régimen de aislamiento los próximos diez días por protocolo anti Covid-19; y en ese periodo solo podrá recibir la visita de su abogado, un experto penalista internacional que ha sido contratado por Rodolfo Sancho para ayudar a su hijo en este delicado trance en el que podría ser incluso condenado a pena de muerte.
Daniel, que ha declarado su intención de colaborar con la justicia y que hasta ahora ha contado con los servicios de una abogada de oficio, se reunirá con su nuevo representante legal por primera vez mañana martes y, aunque su padre se encuentra en Tailandia para arropar a su hijo en este durísimo momento, no podrá verle hasta dentro de diez días.