MADRID 12 Nov. (Portaltic/EP) -
La medida de expulsar jugadores del servicio de juego on-line de las consolas de Microsoft no es nada nuevo y viene desde la primera Xbox. Con la llegada de 360 y el 'flasheo' del 'firmware' de su lector, Microsoft se vio obligada a continuar con esta persecución de los piratas, que llega a niveles masivos.
Microsoft indicó en un comunicado que "todos los consumidores deberían saber que la piratería es ilegal y que modificar sus Xbox 360 para jugar con discos piratas viola los términos de uso de Xbox Live, anula la garantía y tiene como resultado la expulsión del servicio".
La compañía asegura que los 'baneos' -del verbo ban, en inglés prohibir- sólo representan un "pequeño porcentaje" pero según el diario económico enfocado a la tecnología Information Week, la cantidad de expulsiones se habría elevado al millón de usuarios en los últimos días. Una cifra importante teniendo en cuenta que se han vendido algo más de 30 millones de máquinas en todo el mundo.
"La salud de la industria del videojuego depende de que los clientes paguen por productos y servicios genuinos que llegan desde los fabricantes, las tiendas y los desarrolladores que los apoyan", añadió Microsoft.
La nueva ola de expulsiones coincide con la llegada al mercado de la secuela de uno de los juegos más usados en el servicio on-line de Xbox 360: 'Call of Duty Modern Warfare', el juego de disparos en primera persona de Activision.