Con el teletrabajo y el riesgo de contagio de Coronavirus, este descanso habitual en medio de la jornada se ha difuminado, pero os contamos sus efectos positivos
MADRID, 26 Feb. (CHANCE) -
La pausa para el café era, hasta hace escasamente un año, una práctica asentada en las jornadas laborales de nuestro país. Sin embargo, con la llegada de la pandemia, la adopción del teletrabajo, el cierre intermitente de algunos bares y el riesgo de contagio, se ha visto arrinconada y, en muchos casos, olvidada.
Pese a ello, los beneficios de parar a lo largo de la jornada son múltiples y Kaiku Caffè Latte presenta cinco razones para recordar el efecto positivo que supone incluir este descanso en el horario y volver a hacer un hueco a nuestra pausa para el café.
1. Evita problemas posturales. Lo que comúnmente se conoce como “estirar las piernas un rato” cobra más relevancia que nunca para evitar malas posturas que deriven en problemas de espalda. Este es un gesto que no sólo se debería poner en práctica en la pausa para el café, sino idealmente cada hora o cada dos horas. Levantarse de la silla y caminar unos minutos mejora la circulación, la postura y permite estirar los músculos. Y al revés, quien practica una actividad física continuada debería poder descansar varias veces al día para evitar lesiones y problemas vasculares.
2. Mejora el rendimiento. Según diferentes tendencias que llegan del norte de Europa, la jornada de trabajo de 8 horas tal y como la conocemos está obsoleta. La razón, entonces, por la que la pausa del café juega un papel esencial aquí, es porque es necesaria para que la productividad no decaiga. Sin descanso, no se rinde, y aún con todo, las dos últimas horas de la jornada serán las menos creativas. Una opción para tratar de seguir activo es tomar un café frío de la edición limitada Talent Hunters de Kaiku Caffè Latte para refrescar la mente y dedicar los últimos momentos a tareas más mecánicas que no requieran de mucho ingenio.
3. Aumenta la creatividad y la capacidad de concentración. Cuando “no hacemos nada” se activa la red neuronal. Este sistema neuronal es el que nos ayuda a divagar y a soñar despiertos, defiende el neurocientífico Andrew Smart en El arte y la ciencia de no hacer nada. Esto, a su vez, tiene efectos positivos en nuestros procesos emocionales y sociales, y nos ayuda a tener ideas originales. Por tanto, descansar renueva nuestra atención y motivación, e impulsa nuestra creatividad (¡también fuera de la oficina!).
4. Descansa la vista. Además de ser un momento de relax para la mente, también es ideal para descansar la vista. Una simple pausa para el café es la excusa perfecta para cambiar de espacio y, con ello, evitar los problemas relacionados con pasar demasiado tiempo frente a las pantallas. Si, aparte del café, se aprovecha el descanso para hidratar los ojos con gotas, los beneficios de esta parada se multiplican.
5. Genera mejor clima de trabajo. Ya sea en casa o en el puesto de trabajo habitual, hacer la pausa del café acompañado ayuda a confraternizar. Poner un límite de tiempo y que todos lo aprovechen es una buena forma de compaginar tareas y relaciones entre compañeros para disfrutar de un clima de trabajo mejor. En casa, por otro lado, mantener esta pausa en un espacio distinto del de trabajo y hacerla coincidir con la pareja o convivientes puede ser una manera sencilla de desconectar en solo unos minutos.