LOS ANGELES 4 May. (EUROPA PRESS - Sandra del Caño Morales) -
Un año más ha tenido lugar la mayor reunión de celebrities y diseñadores en el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York, más conocido como MET, por el que han paseado un sinfín de modelitos de alfombra roja dignos de ser analizados.
Dentro del apartado masculino, dos fueron los looks que merecen ser mencionados. Tanto Colin Firth como Tom Brady fueron capaces de poner un punto original y divertido a una gala caracterizada por la sobriedad y el aburrimiento. Eso sí, lo más admirable de ambos es que ninguno de los dos cayó en lo hortera.
Por un lado, Tom Brady, que acudió junto a la guapísima Gisele Bündchen y, aunque se ganó un rotundo suspenso por su engominado peinado, su acertado traje le hizo salir del paso gracias a su elegancia y glamour combinados con un toque de riesgo.
Curiosamente, él fue uno de los pocos que se decidió por la corbata, de pequeños topos, en una fiesta en la que la mayoría de los hombres optó por el típico smoking y pajarita. Como es el caso de Colin Firth, quien apareció de lo más elegante junto a su esposa.
Ataviado con un smoking de la firma Tom Ford, el actor demostró por qué se ha convertido en uno de los hombres que más gusto tienen a la hora de vestir. Y, aunque apostó por algo que a priori podría parecer un fracaso, finalmente salió airoso.
El traje tenía un estampado que simulaba levemente unas lentejuelas y que combinó con pañuelo de lunares en la solapa de la chaqueta y, como no podía faltar, la típica pajarita negra.
Sin duda, dos estilos diferentes el uno del otro, pero ambos con ese toque de sofisticación que consigue romper con la monotonía del negro, sin recargar en exceso el atuendo, ni excederse de los límites del buen gusto.