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MADRID, 21 Nov. (CHANCE) -
Un sábado más te traemos un nuevo artículo de Nano López, el coach para organizaciones y adolescentes, que nos habla esta semana de cómo debemos educar a nuestros hijos para que en un futuro sepan encontrar la felicidad.
Sin darnos cuenta, nos pasamos la vida tratando de encontrar el equilibrio que nos haga sentirnos en paz con nosotros mismos. Esto lo relacionamos o traducimos como "necesidad de ser feliz". Muchas veces, en lugar de buscar soluciones lo que vemos son problemas que nos alejan de ello, complicaciones y trabas que, sin querer, nos encontramos y, sin embargo, olvidamos donde ponemos nuestra mirada a la hora de enfrentarlos.
Nuestro sistema de valores se basa en nuestra experiencia, nuestros aprendizajes y, sobre todo, en las herramientas que vamos guardando en nuestro baúl personal. De lo que muchas veces no somos conscientes es de que si nosotros no ponemos acción los problemas no se resuelven solos.
Vamos por la vida creándonos imágenes que, sin darnos cuenta, desvirtuamos y nos terminan bloqueando.
Ya Marco Aurelio decía "Todo lo que escuchamos es una opinión, no un hecho. Todo lo que vemos es una perspectiva, no la verdad". Si desde hace casi dos mil años los gobernantes de una sociedad pensaban esto, ¿Tan poco hemos evolucionado hasta el siglo XXI?
Existe una responsabilidad a la cual no hacemos mucho caso y vamos dejando la vida pasar sin realmente proporcionar algo mas a la evolución del sistema. ¿Podemos aportar algo desde nosotros para que evolucionemos en este sentido?
Para ello tenemos algo maravilloso a nuestro alcance que es la palabra. Olvidamos el bien común y pensamos que nuestra felicidad depende únicamente del bienestar personal y eso nos aleja. Nuestra adaptación a la tecnología y los avances que nos ha proporcionado la ciencia, relacionados con la evolución, nos hacen perder de una forma rápida este foco.
Sin embargo, se da una paradoja. Cuando hay un desastre o desgracia común en la sociedad, aunque no nos afecte directamente, nos volcamos al 110%. Ejemplos como el atentado contra las Torres Gemelas en 2001, el 11M en Madrid o, sin ir mas lejos, los atentados ocurridos recientemente en Paris son los motores para encender la maquinaria.
De hecho, el motivo de escribir este articulo ha sido una imagen que he visto en estos días relacionada con éstos últimos acontecimientos. El Petit Journal entrevistó a un padre y a su pequeño hijo en el lugar de los hechos. Cuando el periodista pregunta al niño ¿Entiendes lo que ha pasado? ¿Por qué esta gente ha hecho esto? el niño responde "Sí, porque son muy muy malos. Los malos no son muy buenos y hay que tener mucho cuidado. Y luego resulta que te tienes que cambiar de casa". Ante esta respuesta el padre le explica que no tendrán que cambiar de casa y que "Francia es nuestra casa". El pequeño mira a su padre desconcertado y le responde "Si pero aquí están los malos papá" y su padre le responde, "si pero malos hay en todas partes".
Ante las preguntas del niño, el padre le responde, sin perder en ningún momento la coherencia de lo que le esta enseñando, que "si, ellos tienen pistolas pero nosotros tenemos flores las flores son para luchar contra las pistolas". Tras esta conversación, el periodista pregunta al niño "¿Ahora te sientes mejor?" a lo que éste responde "sí, mejor".
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De esta conversación podemos sacar que hay que educar a nuestros hijos desde la palabra y la conversación ya que, de este modo, ellos aprenderán a saber utilizar esa visión y esa forma de actuar para encontrar la felicidad.
Además te recordamos que sorteamos junto a Nano López cinco sesiones de coaching sistémico. Pincha aquí para conocer todos los detalles.