MADRID 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
La actual imagen de Papá Noel promueve la obesidad, conducir bajo los efectos del alcohol, el exceso de velocidad y un estilo de vida general poco o nada saludable, según el experto en salud pública Nathan Grills, de la Universidad de Monash en Australia. El investigador ha realizado una revisión de la información disponible sobre el personaje y publica sus conclusiones en la edición digital de la revista 'British Medical Journal' dedicada a la Navidad.
Según señala Grills, Santa Claus debería compartir aperitivos de zanahorias y apio con su reno Rudolf en vez de tomar coñac y pastelitos, además de cambiar su trineo tirado por renos por una bicicleta o una caminata.
El investigador realizó una revisión de literatura y materiales procedentes de sitios web en Internet para evaluar el posible impacto negativo de Santa sobre la salud pública ya que no existe investigaciones publicadas en revistas científicas sobre este tema.
El trabajo reveló un alto conocimiento del personaje entre los niños, de hecho, entre los escolares americanos Santa Claus fue el único personaje de ficción más conocido que Ronald McDonald, el payaso que publicita la famosa cadena de comida rápida.
Grill también descubrió que Santa vende y que en ocasiones vende productos perjudiciales, algo que sucede a escala global. "Como la Coca-Cola, Santa se ha convertido en un importante objeto a exportar al mundo en desarrollo", señala el autor.
Aunque ahora se ha prohibido que Santa fume, las imágenes en las que disfruta de una pipa o de un cigarrillo aún pueden encontrarse en las tarjetas de felicitación navideñas. Según añade Grill, el personaje también promueve potencialmente la conducción bajo los efectos del alcohol y para ello el autor hace referencia a la tradición de dejar a Santa Claus un coñac para desearle un buen viaje. Teniendo en cuenta las millones de visitas a casas que tiene que realizar se entiende que superará con creces los límites saludables en el consumo de alcohol, apunta Grill.
Además, según el artículo, Santa tiene un potencial real para extender las enfermedades infecciosas. Grills apunta que si Santa estornuda o tose alrededor de 10 veces al día, todos los niños que se sienten en su regazo podrían terminar con la gripe A como presente navideño.
El autor aclara que sería necesario realizar más investigaciones antes de llamar la atención de las autoridades sobre la regulación de las actividades de Santa Claus pero hasta entonces Grills propone una nueva imagen del personaje, más delgado y sobre una cinta de caminar.