MADRID 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
El 85 por ciento de los casos de cáncer de pulmón están directamente relacionados con el consumo de tabaco, lo que hace que dejar de fumar sea la mejor forma de combatir a estos tumores. De hecho, en quienes lo consiguen el riesgo de sufrir un cáncer pulmonar se puede reducir hasta en un 90 por ciento después de 15 años.
"La reducción del riesgo es inmediata y progresiva, hasta el punto de que, con el tiempo, puede asemejarse al que tiene una persona que no ha fumado nunca", según ha reconocido el oncólogo José Miguel Sánchez Torres, del MD Anderson Cancer Center de Madrid, con motivo del Día Internacional del cáncer de pulmón que se celebra este sábado.
Se estima que en 2012 se diagnosticarán unos 24.500 nuevos casos de esta enfermedad, que sigue siendo el cáncer que más muertes provoca en España. No obstante, ha matizado este experto en una entrevista a Europa Press, "también es el más fácilmente prevenible".
Para ello, Sánchez Torres reconoce que es importante potenciar una educación sanitaria que consiga reducir el consumo de tabaco, algo que ya se está consiguiendo en España con las diferentes campañas de concienciación puestas en marcha y, sobre todo, gracias a la Ley antitabaco.
Sin embargo, el problema de estas medidas es que sus efectos en la incidencia del cáncer de pulmón "se verán a largo plazo", como ya se ha visto en otros países como Francia o Estados Unidos, donde las campañas comenzaron antes.
De hecho, en España todavía se observa como en el número de nuevos casos de cada año siguen ganando protagonismo las mujeres, con motivo de su inicio en el consumo de tabaco a finales en la década de los 70 y 80.
Este experto ha recordado que la edad media de diagnóstico del cáncer de pulmón está en torno a los 60 años, después de una larga vida unida al tabaco.
El problema, ha apuntado, es que ahora se estima que uno de cada tres jóvenes es fumador, de ahí la necesidad de concienciar a la población de los efectos negativos del consumo de tabaco.
CASI LA MITAD DE LOS CASOS NO SON CURABLES
Además, el problema de estos tumores es que no tienen una sintomatología específica, ya que la tos o la disnea son también síntomas de una bronquitis crónica, lo que dificulta su diagnóstico. Es más, según Sánchez Torres, entre el 40 y 50 por ciento de estos casos se diagnostican en fase metastásica, en la que la enfermedad ya no es curable pero si tratable".
No obstante, los avances "espectaculares" en el conocimiento de estos tumores han permitido descubrir que "no se trata de una única enfermedad, sino de varias localizadas en el mismo órgano que difieren unas de otras en función de una alteración molecular predominante y causante de cada tumor".
Esto está haciendo posible desarrollar terapias cada vez más personalizadas y ajustadas al perfil genético de cada paciente y, en algunos subgrupos, como el de pacientes con mutaciones del EGFR, se consiguen tiempos de supervivencia que triplican a la que se conseguía con la quimioterapia.
El objetivo último, según ha concluido este experto, es intentar cronificar la enfermedad preservando la calidad de vida de los pacientes.