MADRID, 14 May. (CHANCE) -
Durante estas semanas de confinamiento han sido muchas las personas que han comenzado a entrenar en casa o que han intentado seguir sus rutinas de entrenamiento. Y con la posibilidad de salir a hacer deporte, el running se ha convertido en una de las elecciones más frecuentes.
Sin embargo, tanto el running como determinadas tablas de entrenamientos cardio (abdominales, ejercicios con salto...), afectan en gran medida al suelo pélvico de hombres y mujeres. "Esto significa que el suelo pélvico pierde firmeza, se debilita, y puede derivar en problemas de pérdida de orina, incontinencia fecal o disfunciones sexuales: disminuye la fuerza de las erecciones, en el caso de ellos, o aparece dolor en las relaciones sexuales, en el caso de ellas" indica el Dr. Fernando Aznar, ginecólogo de Clínica FEMM, centro de referencia en cirugía plástica y medicina estética.
Se calcula que la incontinencia urinaria afecta a unos 6,5 millones de españoles, y a 1 de cada 3 mujeres a partir de 50 años. En el caso de las mujeres, factores como la edad, los partos o los cambios hormonales de la menopausia también repercuten negativamente en el suelo pélvico. En 2017, los colegios profesionales de fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid, Cataluña, País Vasco, Navarra y Galicia, ya señalaban que entre el 20 y el 51 por ciento de las mujeres deportistas de 25 a 45 años sufren o sufrirán incontinencia urinaria.
La solución más recomendada por los especialistas para resolver los problemas del suelo pélvico son los ejercicios de Kegel, dejado los tratamientos más invasivos, como las intervenciones quirúrgicas, para los casos más complejos. "Gracias a los avances de la tecnología, encontramos una solución con resultados muy satisfactorios: EMsella" señala el Dr. Aznar.
EMsella es un tratamiento basado en la Tecnología Electromagnética Focal de Alta Intensidad, que induce en los nervios locomotores del suelo pélvico un impulso nervioso capaz de generar contracciones musculares de distinto grado.
"La terapia electromagnética parte de la base de que cada célula que compone a un ser vivo tiene campos magnéticos, carga magnética y potencial eléctrico. Esta base científica está tras el diseño del dispositivo EMsella, que genera un campo magnético de alta intensidad, focalizado y orientado al suelo pélvico femenino y masculino", explican desde la clínica.
Según FEMM: "En otras palabras, estimula en profundidad los músculos del suelo pélvico al completo y restaura el control neuromuscular al producir 11.200 contracciones supramáximas en 28 minutos de tratamiento. Gracias a la manera de actuar sobre la musculatura del suelo pélvico, el tratamiento a través de electromagnetismo es una opción muy recomendada para la recuperación post parto. En cuanto a la incontinencia urinaria, el 95% de los casos se resuelven tras las seis sesiones recomendadas", explican.
Las sesiones -8 lo que está entorno a los 600 euros- se hacen sin desvestirse, sin anestésicos ni preparación previa. El especialista ajusta en el dispositivo el programa más adecuado para cada caso y el paciente se queda sentado en la posición adecuada durante 28-30 minutos, en los que no es necesario tener contacto con ninguna otra persona, por lo que es un tratamiento muy seguro para cualquier tipo de persona, sea o no grupo de riesgo del COVID-19.