MADRID, 16 Jul. (CHANCE) -
La era digital nos ha pisado los talones. Toda nuestra vida está rodeada de tecnología y ya no hay quien salga a la calle sin la compañía de su teléfono móvil, como mínimo, o que ya se haya convertido en una prolongación de su cuerpo. A nadie le resulta extraña esta imagen, pero la evolución también tiene un precio: Las Tecnopatías, es decir, todos los comportamientos psicológicos anormales, asociados a la utilización de elementos de tecnología de información y comunicación.
El uso de ordenadores, móviles, internet y plataformas digitales de manera continuada y obsesiva puede llevar a enfermedades, como el síndrome visual informático, la electro-sensibilidad y el codo de ratón, pero también hay que destacar las enfermedades psicológicas de nueva aparición como la nomofobia, considerada como la ansiedad que genera la ausencia de acceso al teléfono móvil; la apnea del whatsapp, la necesidad incesante de consultar esta aplicación; o la dependencia de videojuegos son solo algunas de estas patológicas.
Un malhumor incontrolable y ansiedad es el primer síntoma de que es víctima de lo que los expertos han bautizado con las siglas FOBO , Fear of Being Offline, en resumen el miedo a estar desconectado
¿CÓMO COMBATIRLAS?
Lo cierto de estas enfermedades es que lo más habitual es que se de entre adolescente hasta jóvenes de 24 años, pudiendo acentuar dichas patologías durante las vacaciones.
Con la llegada del verano, son muchas las familias que planean un viaje al extranjero todos juntos y lo que suena fenomenal puede convertirse en un auténtico calvario por culpa de estas enfermedades en los más jóvenes, por eso desde Clínicas Origen nos dan las claves para ponerle freno.
Pilar Conde, directora de las Clínicas Origen nos asegura que este síndrome no es ni mucho menos un hecho aislado y para corroborar esta afirmación ha recurrido a una encuesta realizada por Facebook en 2014. Según dicho estudio, el 70% de los menores de 24 años tiene miedo de estar desconectado. Tal como aclara la psicóloga, miedo a perderse algo de una vida, la digital, que se impone cada vez más a la otra, la real.
Este miedo, puntualiza, se expresa en la necesidad no sólo de pasar más tiempo en las redes sociales, sino también en querer participar, contestar, para mantener la conexión con los que están al otro lado. Para aquellos padres que ahora estén planeando sus vacaciones y que se puedan encontrar con este problema, Pilar Conde deja las siguientes recomendaciones:
Que tengan el tiempo ocupado con actividades que sean atractivas para ellos.
Facilitar el acceso con personas de su edad, para que puedan relacionarse.
Para trabajar este tipo de dependencias, se realiza un trabajo progresivo, por lo que quitar cualquier tipo de conexión cuando uno ha estado "enganchado" todo el día, puede conllevar a un efecto rebote, caracterizado por lo que hemos descrito como síndrome de abstinencia. Por lo que, en la medida de los posible facilitar ciertos momentos al día de conexión.
Fijar esos momentos de conexión y asociarlos a lugares con wifi y a un tiempo de uso limitado.
Si la reacción del joven es extrema lo más recomendable es ponerse en manos de un psicólogo a su llegada de las vacaciones.