MADRID, 8 Sep. (CHANCE) -
La ciudad de los canales ha acogido estos días la 80 edición del Festival Internacional de Cine de Venecia, convirtiéndose, una vez más, en epicentro del mundo del cine. La capital de la región italiana de Véneto no deja de sorprender y fascinar a quienes la visitan, sobre todo durante la celebración del festival, cuando la combinación de cultura, arte y lujo la hace brillar especialmente.
Desde el 30 de agosto y hasta este sábado, 9 de septiembre, se habrán proyectado 82 largometrajes dentro de la Selección Oficial, en el Palazzo del Cinema y las demás sedes ubicadas en el Lido.
Esta isla alargada y estrecha se llena de aficionados al séptimo arte y curiosos que se acercan a ver a cineastas, actores y asistentes VIP invitados al festival que llegan a bordo de coches Lexus, vehículo oficial del Festival Internacional de Cine de Venecia por séptimo año consecutivo. Y, nada más pisar la alfombra roja, los invitados se fotografían junto al modelo de Lexus allí expuesto, que este año era el LBX, el nuevo SUV compacto híbrido de la marca de alta gama.
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Muy cerca del Palazzo del Cinema se encuentra el exclusivo Hotel Excelsior, un magnífico palacio veneciano con una fachada de estilo morisco donde se alojan las estrellas de cine que acuden a la Mostra. Muchos de los invitados comienzan la velada tomando un aperitivo en su terraza, junto a la playa.
Después, comienza el desfile por la alfombra roja del Palazzo del Cinema, donde se dan cita el talento, la elegancia, el glamur y el lujo. Allí, directores, actores y actrices y también modelos e ‘influencers’ posan ante las cámaras luciendo sus trajes y joyas.
Lexus
Este es el preludio de la esperada proyección de las películas en la Sala Grande, con capacidad para algo más de mil espectadores. El momento más especial llega durante los títulos de crédito, cuando el director y los protagonistas presentes en la sala pueden ver la reacción del público y saber así si el filme ha gustado más o menos.
En la 80 edición del festival, algunos de los directores que compiten por el codiciado León de Oro son Sofia Coppola, Luc Besson, David Fincher, Matteo Garrone, Pablo Larraín, Ryûsuke Hamaguchi, Ava DuVernay, Yorgos Lanthimos o Michael Mann.
DE VENECIA A MURANO Y BURANO
Pero Venecia es mucho más que cine, y quienes la visiten para disfrutar del festival no pueden marcharse sin antes recorrer las calles de la ciudad y conocer su rico patrimonio artístico y arquitectónico. Para ir al centro histórico desde el Lido, la opción más rápida es el ‘water taxi’ o taxi acuático, pero también se puede coger un ferri o un ‘vaporetto’ o autobús acuático.
El Gran Canal con sus góndolas, la basílica de San Marcos, el Palacio Ducal, el puente de Rialto, los estrechos callejones y la elegante decadencia de los edificios venecianos son capaces de enamorar al visitante más exigente.
Si se pernocta en Venecia --algo más que recomendable para pasear de noche, cuando las calles están menos concurridas--, una buena opción es alojarse en el Hotel Aqua Palace, cuya decoración interpreta en clave contemporánea la Venecia de Marco Polo, a caballo entre Occidente y Oriente.
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Para probar la gastronomía tradicional veneciana, en las proximidades del Hotel Aqua Palace está el restaurante Do Forni, especializado en platos de pescado y marisco del Adriático y donde también se pueden degustar carnes y verduras locales de temporada. Antes de convertirse en restaurante en el siglo XIX, Do Forni fue un horno donde se elaboraban pan y dulces y, posteriormente, se convirtió en 'osteria', un bar donde se servía vino y comida sencilla.
A poca distancia de la ciudad de Venecia, se pueden explorar las pequeñas islas de Murano y Burano. En esta última, llaman la atención los vivos y variados colores con que están pintadas las fachadas de sus pequeñas casas, y también tienen fama sus piezas de encaje hechas a mano.
En el caso de Murano, es mundialmente conocida por la producción del cristal del mismo nombre. En el taller de Massimiliano Schiavon se pueden admirar impresionantes obras de cristal de Murano --desde jarrones hasta joyas, pasando por mosaicos de gran tamaño, lámparas o figuras con forma de animales-- y observar cómo los maestros y sus ayudantes crean arte en los hornos.
Este podría ser un plan ideal para una breve escapada a Venecia, pero la ciudad de los canales tiene mucho que ofrecer y una estancia más larga merece la pena para seguir descubriéndola y disfrutándola.
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