MADRID, 25 Sep. (CHANCE) -
El Palacio de los Infantes de Boadilla del Monte (Madrid) acoge hasta el 16 de octubre la exposición del prolífico escultor Víctor Ochoa, Original.
Con esta exposición el artista muestra una nueva forma de hacer escultura combinando las técnicas antiguas del trabajo del escultor con las nuevas tecnologías. Utiliza la plastilina para sustituir al barro y mediante los últimos avances tecnológicos digitaliza e imprime en 3D los modelos realizados.
Durante las semanas en las que la exposición está abierta al público, Víctor Ochoa ofrecerá clases magistrales y talleres, dirigidos a niños, jóvenes y a colectivos con diversas discapacidades funcionales, con el fin de que conozcan la génesis de una escultura, las transformaciones que se producen desde la idea original hasta el resultado final, y que tengan la posibilidad de interactuar con el artista para modelar sus propias esculturas.
Aunque estudió arquitectura, pronto se pasó a la imaginería y, en su larga trayectoria, muchos han sido los personajes célebres que han pasado por su taller, con sus manos ha esculpido desde premios Nobel hasta miembros de la Familia Real. Camilo José Cela, Severo Ochoa o don Juan y el Rey Juan Carlos han sido algunos de ellos. Personajes con los que, como el propio Víctor Ochoa dice, "compartir con ellos el estudio durante una temporada está muy bien, extraes muchas cosas interesantes. Tengo la opción de hacer, a través del personaje, de compartir con él ese personaje, sus conocimientos, su vida...".
VÍCTOR OCHOA, UN ARTISTA SOCIAL
Además, Víctor Ochoa tambien es un artista social, en numerosas ocasiones ha denunciado, a través del arte, las diferentes injusticias o castástrofes naturales que ocurrían a su alrededor. Con El Zulo quiso homenajar a las víctimas del terrorismo y ha denunciado la contaminación de los océanos con su obra Mar Profundo.
Ahora mismo se encuentra en otra etapa en la que ha dejado a un lado el retratar personajes por los personalismos que conllevan con ellos. "Los personalismos son muy peligrosos, por las personas, porque si su calidad humana no es la leche..." y según Ochoa, las obras se convierte en símbolos, "a Severo Ochoa no me lo han tocado pero a Camilo José Cela, por el carácter que tenía, me lo han pintarrajeado varias veces".
Reconoce que en más de una vez ha rechazado algunos trabajos que le han llegado por la conflictividad que conlleva el personaje, "no me compensa", afirma.
"Mi problema es no engañar al hacer al personaje. No miento, saco a la persona que está dentro", explica como trabaja las esculturas de personajes famosos y añade que "si es una persona con una grandiosidad y una humanidad terrible, será así. Pero, si es un cretino, no se va a dar cuenta pero habrá un cretino ahí en la escultura. Yo no engaño en la escultura, no creo elementos para contentar".