MADRID, 24 Jun. (CHANCE) -
Cuando hace una semana Kate Middleton se enfundó el vestido azul de Roland Mouret para asistir al 40 aniversario de SportsAid fue imposible no fantasear con un armario mucho más atrevido para la duquesa de Cambridge, pero aquello solo había sido un espejismo, como en los sueños, y lo ha ido demostrando a lo largo de estos días.
En cuestión de una semana la duquesa de Cambridge ha dado un cambio radical a su armario. El off shoulder azul Klein, muy similar al que hace unos días lució Blake Lively pero en su versión corta, le sentaba como un guante y estaba muy sexy para lo que acostumbra.
Luego llegó Ascot y volvió a lucir el mismo Dolce&Gabbana de encaje que combinó hace unas semanas con una chaqueta de Zara, pero esta vez lo accesorizó con un tocado en el mismo tono del vestido, el blanco. Kate era Kate: sin estridencias y elegante, como es habitual.
Y el miércoles, en una recepción a beneficio de East Anglia's Children's Hospice, se acabaron las esperanzas de verla vestida con un estilo más similar al de la semana anterior. Definitivamente lo del Roland Mouret fue una casualidad similar a las de la reina Letizia y sus minifaldas que tanto revuelo causaron en Reino Unido el pasado otoño. Kate no olvidó que es duquesa y se enfundó un vestido de paillettes y bordados de una de sus diseñadoras fetiche Jenny Packham que estrenó en 2011.