MADRID, 28 May. (CHANCE) -
El movimiento 'Me Too' de Hollywood ha marcado un antes y un después en la sociedad tal y como la conocíamos, en la que cada vez el papel de la mujer está cobrando más importancia, reivindicando un sitio que se les ha negado durante años y saliendo a las calles al rededor del mundo para luchar a favor de sus derechos y contra los abusos y prohibiciones a los que se han visto sometidas.
Este aire de frescura y libertad lo ha alcanzado todo y las bodas no iban a ser menos, por eso mismo e impregnada de él la diseñadora de vestidos de novia de novia, Paula del Vas, encabeza un ejercito de mujeres que quieren subirse al altar sintiéndose libres, empoderadas y elegantes. Así lo recoge su última colección.
En el marco de The Bridal Experience desde La Manga Club, la diseñadora murciana ha presentado una colección con la que reinventa el vestido de novia para descubrirnos una versión mucha más sexy, atrevida y acorde al siglo XXI, al que ya han definido como el 'siglo de la mujer'.
Hablamos con Paula del Vas sobre sus diseños, sus llamativas mangas de tul y sus inspiraciones, además la diseñadora reflexiona sobre el vestido de novia e incluso se atreve con la voz de la experiencia a adelantar lo que veremos dentro de muy poco en los altares.
CHANCE: Unos vestidos de novia muy atrevidos ¿En qué consiste la colección?
Paula del Vas: Pues he querido descontextualizar lo que es el mundo de la novia y he incorporado piezas más urbanas en los vestidos de novia, por ejemplo hay unos tops sueltos hechos en pedrería, hay faldas en tul con muchísimo volumen y muchísima caída, pero llevan unos bolsillos que son móviles, unas maximangas hechas en tul que son desmontables y puedes ir con un vestido muy tubo y ponerle las mangas, pero luego se las puedes quitar y te queda un vestido más de fiesta.
La novia de ahora quiere sentirse más libre, el siglo XXI es el siglo de la mujer y ya no quiere ataduras y quiere ser una expresión de lo que es su libertad y ella misma. Este tipo de piezas es un homenaje a la mujer actual.
CH: ¿Hay novias tan atrevidas que se ponen tus diseños?
P.V: Sí, claro que sí. Novias, madrinas y madres de novias, las maximangas que hemos hecho las demandan muchas señoras, porque uno de los efectos que tienen es que disimulan el brazo.
CH: Estamos viviendo una revolución feminista, pero las bodas siguen teniendo un aspecto muy tradicional e incluso machistas. ¿Están cambiando?
P.V: Bueno, el machismo es difícil que cambie porque llevamos muchos años con él, pero yo creo que la mujer quiere sentirse más libre, no quiere ataduras y si se casa es porque quiere, no porque se sienta obligado a ello ni porque tenga que cumplir unos cánones sociales, entonces lo hace incorporando piezas que son diferentes a lo que hasta ahora llevábamos que es el típico vestido de novia, que también está muy bien pero yo tengo un concepto de la moda en el que no sigo la moda ni las tendencias. Tengo un concepto clásico renovado, como con un girito de tuercas hacia algo más moderno o diferente. Creo que eso es lo que podría definir más mi forma de trabajar.
CH: ¿Veremos a una novia vestida de negro en el altar?
P.V: He sacado vestidos que incorporan el negro y yo pienso que sí. Si mi color favorito es el negro, por qué me tengo que casar de blanco, no tiene sentido.
CH: ¿En qué te has inspirado para está colección?
P.V: No tengo una fuente de inspiración, me muevo por los tejidos que utilizo y por las distintas texturas que hago en las piezas, los prensados de tul. En mi taller llevamos 20 años trabajando haciendo piezas a medida exclusivas, no hacemos prêt-à-porter, entonces es un resumen de una trayectoria porque hemos usado flores de seda natural que las hacemos en el taller, la forma de prensar el tul es una forma muy curiosa, esas mangas que hemos visto llevan como 18 metros de tul prensado lineal por cada línea de tul rizado que se ve. Es como una forma de trabajar y es un homenaje a la gente que trabaja no para mi sino conmigo, mi equipo, porque sin ellos no podría hacer nada de lo que hemos visto.
CH: Aunque las bodas están cambiando, el vestido de novia sigue siendo lo más importante, ¿Qué tiene este elemento?
P.V: Lo más bello de una boda es la mujer. Ella quiere brillar porque ha tomado una decisión muy importante y tienes que ir como te sientas mejor pero todo gira en torno a ella. El hombre va guapísimo, pero la mujer se impone, es su día.
CH: Cada vez la novia luce más vestidos durante el día...
P.V: Esto depende de las clientas. Hay quien quiere llevar dos vestidos porque le hace mucha ilusión llevar un traje de fiesta después del vestido de novia pero yo en detrimento de mi negocio creo que cuando te casas tienes que llevar un solo vestido. Vamos a hacer un esfuerzo en que sea algo único y especial, en el que aunque pasen 30 años y puedas sentirte feliz con esa pieza independientemente de como te haya ido la vida porque ese vestido era lo que tu querías. Para una mujer sentirse guapa va mucho más allá de lo que un hombre puede pensar al respecto.
CH: ¿Qué piensas que vamos a ver en los altares de aquí a un par de años?
P.V: Vamos a ver novias en pantalón, novias que se casan en la playa en short con piezas como faldas de volumen que luego se pueden quitar. Haciendo las cosas con gusto y con estilo y con clase y con elegancia yo creo que una novia puede casarse como quiera, luego ya dependiendo del tipo de ceremonia pues tendrá que respetar unos cánones o no, pero eso ya depende de cada una.