MADRID, 25 Nov. (CHANCE) -
Cuando un director de cine francés tiene un guión entre las manos con un personaje femenino de peso, Marion Cotillard tiene todas las papeletas para interpretar a ese personaje.
No hay director galo que no quiera trabajar con ella por capaz y camaleónica, como lo ha vuelto a demostrar en Aliados, la película que estrena este viernes junto a Brad Pitt, la misma que desató los rumores de una infidelidad del actor a Angelina Jolie. Pero ellos no quieren ni hablar de ello.
Parte del encanto de Marion Cotillard recae en su candidez. Tiene una belleza frágil y muy francesa, capaz de conquistar a los mejores diseñadores del mundo que ven en la francesa el mejor maniquí para lucir sus diseños, aunque si Cotillard tuviera que elegir una firma esa sería Dior, de la que también es embajadora.
Como Alicia Vikander con Louis Vuitton, no hay alfombra roja que se precie en la que la actriz no lleve un diseño de la casa francesa, aunque también se permite alguna que otra licencia y se enfunda vestidos de Valentino, McQueen o Mary Katrantzou.
Conoce a la perfección su anatomía y sabe que los escotes palabra de honor y las líneas oversize le favorecen, igual que el color blanco, por eso siempre repite los mismos patrones sobre la red carpet, incluso estando embarazada. Eso sí, en su día a día viste mucho más relajada: le encanta el estilo minimalista y huye de los estampados, los vaqueros cuando viaja que combina con ponchos y casi nunca se baja de los tacones.