MADRID, 2 Jul. (CHANCE) -
El martes todo el mundo lloró más que nunca el fallecimiento de Aless Lequio. Unos padres derrotados que acudían al funeral de su hijo, un campeón que había luchado como un gladiador en una batalla que le acabó quitando la vida. Son muchos los mensajes de apoyo que ha recibido en este caso la madre, Ana Obregón. Quien a pesar del apoyo incondicional de sus hermanos, se ha encontrado una casa vacía sin el ruido del amor de su vida, su hijo.
Ana Obregón siempre nos ha enamorado por esa sonrisa con la que acudía a los photocall o a los eventos, pero también por sus vestimentas tan arrolladoras. Unos vestidos o trajes de infarto que realzaban su cuerpo y le hacían ser más diva de lo que siempre ha sido.
En esta ocasión, ha sido muy comentado el estilismo elegido para el funeral de su hijo. Como no podía ser de otra forma, Ana confío en su diseñador de cabecera, Alejandro de Miguel, quien ha hecho un trabajo impresionante para que la actriz luciera exactamente lo que deseaba. A simple vista, era un vestido negro con falda de vuelo, siendo la parte de arriba de tul oscuro.
Hablamos con el diseñador Alejandro de Miguel y nos cuenta lo orgulloso que se siente por haber trabajado en esta ocasión con Ana Obregón, ya que tiene un cariño muy especial a la actriz y cuando le llamó para contar con él, no dudó en decirle que sí.
La historia del vestido es de lo más bonita posible, de hecho nunca pensamos que se trataría de algo así. Allá por el año 92, Ana Obregón estaba embarazada de Aless Lequio. En una de esas típicas salidas de la actriz, lucía un vestido idéntico al que llevaba este martes en el funeral. Con el paso de los años, el hijo de Ana Obregón vio una fotografía de su madre con el vestido y le fascinó.
Tal era el cariño que Aless Lequio tenía por esa fotografía, en la que veía a su madre más guapa que nunca con ese vestido, que Ana Obregón no dudó en llamar a Alejandro de Miguel para que reproduciese ese mismo vestido de nuevo. El diseñador se basó en una imagen que le envió la actriz y reprodujo el mismo vestido partiendo de cero con sus propias telas.
El diseñador nos ha contado que cuando la actriz se puso en contacto con él, simplemente le dijo "Ana estoy para lo que necesites". Con mucho cariño, el único cambio que hizo del vestido de aquellos años es que se lo alargó por debajo de la rodilla, adaptándolo a la situación que requería y le bordó, al lado del lazo negro que llevaba debajo del pecho, el nombre de su hijo. De este último detalle, Ana no fue conocedora hasta que lo tuvo en sus manos, algo que le provocó muchísima emoción al verlo.
Alejandro de Miguel ha estado yendo en varias ocasiones a la casa de Ana Obregón para tomar medidas y tener todo perfectamente controlado para que no se le escapara ningún detalle. Y finalmente, ya lo has visto ustedes, Ana Obregón lució un vestido hermoso, con una historia entrañable, el día del funeral de Aless Lequio. Un trabajo maravilloso de este diseñador que se adueñó de las explicaciones de la actriz para conseguir el resultado final tan esperado.