MADRID, 29 Mar. (CHANCE) - Cuando Joana Sanz ganó el premio L'Oréal Paris a la mejor modelo en la MBFW Madrid en septiembre del año pasado solo deseaba que el galardón, que también han recibido otras tops como Blanca Padilla, Dalianah Arekion o Clara Alonso, le sirviera como trampolín para conquistar las grandes pasarelas del mundo, pero sobre todo una: la de Victoria's Secret. "Tengo por fin el visado para trabajar en Estados Unidos y me encantaría aspirar a lo que han conseguido otras modelos españolas, desfilar para Victoria's Secret. ¿A qué modelo no le gustaría?", declaró la modelo nada más recibir el premio. Y parece que su sueño están más cerca de hacerse realidad porque se acaba de mudar a Nueva York para buscar suerte dispuesta a 'comerse la Gran Manzana' y ya tiene incluso agencia de modelos, Ford Models, una de las más prestigiosas. Hace unos días que la modelo ya está en la cuidad de los rascacielos, tal y como deja patente en su Instagram, lleno de fotos de su nuevo hogar en las que se ve lo ilusionada que está con este proyecto de vida. Allí se pasa el día acudiendo a castings y haciendo deporte mientras comparte piso con otra modelo española, Neus Bermejo, que ha desfilado en la Semana de la Alta Costura de París para Stephane Rolland y para Armani. Aunque aún queda tiempo para que comiencen los castings del desfile de Victoria's Secret, la tinerfeña ya está trabajando duro para conseguir las ansiadas alas y, de hecho, acompaña a las fotos de su entrenamienco con el hashtag #TrainLikeAnAngel, entrena como un ángel. Aunque es el desfile más deseado por todas las modelos, Joana parte con la ventaja de su envidiable genética, su 1,80 de estatura y sus medidas que rozan la perfección: 86-61-89. Pero a pesar de eso, confiesa que no es una esclava de su cuerpo. "No pienso continuamente en lo que como, en el ejercicio que tengo que hacer para quemar calorías. Disfruto cuando como y cuando hago deporte porque me gusta casi todo: desde el yoga al Kick boxing", contó. Aunque ganó uno de los premios más importantes en el mundo de la moda en nuestro país, donde es imprescindible en muchas pasarelas, Joana era ya más conocida por llenar las revistas del corazón por ser la novia de Dani Alves, futbolista del F.C Barcelona, a quien conoció en la Ciudad Condal, donde reside desde hace unos años. Ha pasado solo una semana desde que dejó la capital catalana y, a juzgar por las imágenes que cuelga en las redes sociales, ya echa de menos a su chico. Joana es muy familiar y, de hecho, lo que peor lleva de ser modelo es estar lejos de su familia. "La moda es muy dura. Yo he tenido que renunciar a muchas cosas para dedicarme a esto. Lo que más me ha costado ha sido dejar mi isla, Tenerife", contó. Por su ilusión de triunfar en las pasarelas también tuvo que dejar de lado sus estudios. "Al fin y al cabo, es trabajo y tal y como están las cosas en España no me podía permitir el lujo de decir que no. Tuve que dejar mis estudios de Psicología porque imposible compaginarlo con estas jornadas maratonianas", contó.