José María Manzanares, un seductor de primera con las cosas muy claras

José María Manzaneres para Men's Health
Fotos: MEN’S HEALTH 

MADRID, 2 Abr. (CHANCE) -

   José María Manzanares es uno de los toreros con más estilo, tanto dentro del ruedo como fuera. Su elegancia la demuestra en cada acto al que acude y su envidiable físico le han convertido en uno de los hombres más deseados. Por estos motivos, y seguro que por muchos más, la revista masculina Men's Health le ha escogido para ser el "cover boy" de la edición especial de Primavera/Verano "Best Fashion".

    El torero ya está acostumbrado a esta serie de reconocimientos. El año pasado fue galardonado como el "Hombre del año 2013" en la categoría de estilo. José María confiesa que no sigue las tendencias y que es fiel a su estilo: "Yo tengo unas ideas muy claras de qué es lo que me gusta y la verdad es que no voy siguiendo diariamente la moda".

    Manzanares se confiesa fan de las camisas blancas tanto para vestir como para su estilo informal. Muestra especial preferencia por marcas como Dolce&Gabbana y Desquared, aunque reconoce que no es esclavo de ninguna de ellas.

    En este especial José María Manzanares se descubre tal y como es. Asegura que muchas veces le han dicho que es un torero atípico pero él mantiene "se torea como se es, y yo de toda la vida he sido así en mi forma de pensar, en mi forma de vestir, en mi forma de vivir la vida y para torear no la cambio". Según el torero, el respeto es la clave de su día a día: "Tiene que estar, ya no solo ante una cámara o un toro, hay que tenerlo en la vida entera", y añade: "Si todo se hace con respeto, con clase, estéticamente está cuidado, y tú vas de una forma cuidada, yo creo que es muy difícil que no te acepten".

   Padre de dos hijos, Manzanares confiesa que lleva muy mal la paternidad porque "antes de tener niños estaba mucho más concentrado en mi profesión, era un poco egoísta en ese sentido y pensaba en estar bien en mi profesión e intentar dar lo mejor de mí". Pero desde el nacimiento de sus pequeños todo ha cambiado: "Les echo mucho de menos, me hacen falta incluso para mi estado de ánimo porque cuando llevo semana y media sin verlos ya me hacen falta. Me alegran la vida, es lo más grande que me ha podido ocurrir".

   El torero se siente cómodo con la percepción que tiene el público de él, como un hombre con mucho estilo, pero confiesa que no se imagina en otra profesión que se no sea la de torero: "No me veo haciendo otra cosa que no esté relacionada con el mundo del toro".