MADRID, 2 Nov. (CHANCE) -
Kim Kardashian no quiso perderse la LACMA Art + Film Gala que se celebró en Los Ángeles el pasado sábado y que este año homenajeaba a Barbara Kruger y Quentin Tarantino, a la que acudieron otros rostros conocidos como Cara Delevingne o la princesa Carlota Casiraghi.
Para la ocasión Kardashian lució un vestido de la marca Cushnie et Ochs en color azul petróleo y corte asimétrico que quizá no fue la elección más acertada. La polifacética Kim se caracteriza por sus exuberantes curvas a las que suele sacar un asombroso potencial luciendo looks que realzan todos sus encantos, pero en esta ocasión el vestido no le favorecia del todo haciéndola parecer más bajita y rechoncha. Con lo que sí acertó fue con los complementos, zapatos de Tom Ford y gargantilla de Cartier.
Aun así la protagonista de Keeping Up with the Kardashians posó sonriente y cariñosa junto a su marido, el rapero Kayne West, que acudió de negro, fiel a su estilo.