MADRID, 25 Ene. (CHANCE) -
Pocas firmas tienen el privilegio de formar parte de esos 15, los 15 miembros de la Alta Costura entre los que se encuentra Stephane Rolland. Dior, Chanel... y también el diseñador que iba para arquitecto y acabó en la moda casi por casualidad. Rolland no teme a la innovación por eso este año no abandonó la pasarela de la Alta Costura.
Este año Nieves Álvarez ha sido su musa, una vez más, y el escenario, una galería de arte en la línea de sus diseños que recuerdan a las esculturas abstractas. En esta nueva colección, en la que prima el negro, el blanco y pan de oro, Roland hacer referencia a los estudios de Brancusi y Rodin que llegan a su ropa con tejidos como la organza o el gazar, propios de la Alta Costura y de vestidos de novia.
Una de las piezas más llamativas de la colección es un vestido rojo con mucho volumen que es el color que representa la pasión, lo que demuestra que su propia pasión no tiene límites, según Rolland.
"Esta colección de verano es escultural, eterna y atemporal, pero nunca rígida, ya sea en el tiempo o en el espacio", decían desde la firma para la que una vez más Nieves Álvarez ha vuelto a posar.