MADRID, 2 Oct. (CHANCE) -
Son casi 35 años en el mundo de la moda, pero Roberto Verino no deja de reinventarse, aunque para ello tenga que decir no, como hizo hace dos temporadas a la Mercedes Benz Fashion Week Madrid -antes conocida como Pasarela Cibeles-, el lugar donde acostumbraba a presentar sus colecciones.
El diseñador gallego ha respondido "a la llamada de la inmediatez de la prensa y los clientes" y por eso, en lugar de presentar las prendas que llenarán los estantes de sus tiendas la próxima primavera verano, decidió subir a la pasarela la colección otoño invierno 2016-2017 que ya se puede comprar en las tiendas. En CHANCE, hemos tenido la oportunidad de hablar con él sobre moda, y sobre el estilo de alguna de las mujeres más relevantes de la sociedad actual.
CHANCE: ¿Cómo ha cambiado la moda en estos 35 años?
Roberto Verino: La moda es una evolución continua, que es el resultado de la aportación de las mujeres, que sois las que habéis marcado la diferencia. Si este país debe algo a alguien es a las mujeres, que se han desprendido de la tiranía, pero hacen falta muchas cosas por hacer.
CH: ¿Cuáles?
R.V: Tenemos que aprender a no ser cainitas. Defender la estructura económica de tu país genera riqueza, trabajo, ilusión y la capacidad de ganarnos ese puesto en el mundo que es fundamental para que nos sintamos orgullosos de nuestro país.
CH: ¿Y tú cómo has cambiado en estos años de carrera?
R.V.: En el primer momento hicimos mucho esfuerzo y ahora todo el mundo está más preparado para entender que la moda está al servicio de ellos, no ellos al servicio de la moda, que se convierte en una tiranía. Todos tenemos que hacer el esfuerzo de aceptarnos y querernos. A mí me interesa más la sencillez que la opulencia y que aunque no puedan comprar que no sufran por ello.
CH: Pero también en los últimos años la moda ha despertado más interés, ¿han tenido que ver las redes sociales?
R.V: No cabe duda de que las redes sociales están muy relacionadas con el mundo de la moda y con la inmediatez. Las redes consiguen que haya una explosión que antes solo conseguían las revistas especializadas, que no llegaban a tanto público como ahora.
CH.: El año pasado no desfilaste en la MBFWM, pero al final has acabado volviendo, ¡qué tal la experiencia?
R.V.: La pasarela tiene un punto mágico y a la vez de temor. Me he emocionado como tantas otras veces.
CH.: De la moda solo vemos en lado bonito, ¿qué es lo mejor y lo peor de ser diseñador? R.V: De las cosas malas me acuerdo poco porque estoy enamorado de mi profesión e intento convertir lo malo en bueno y aprender de lo malo. Pero no cabe duda de que la moda es una actividad perversa, como muchas otras, porque nunca terminas. Tienes que estar continuamente mejorando y fijarte en los demás y competir. Soy exigente conmigo y me gusta buscar la excelencia: puedo estar contento, pero satisfecho jamás.
CH:¿En quiénes te fijas? ¿Tienes referentes?
R.V: ¡Claro! Los que han marcado hitos en nuestro siglo, desde Coco Chanel, a maestros como Balenciaga a Yves Saint Lauret, que era mi ídolo cuando estaba en París. Y luego llegó un señor, que fue Armani, que cambió por completo la forma de entender la moda en las mujeres cuando se incorporan al trabajo, que no podían ir vestidas como para tomar el té. A ellos les debo muchísimo, sobre todo el entusiasmo.
CH:¿Y a ti cómo te gusta vestir?
R.V: Como me ves: de la manera más sencilla. Todo de negro, aunque parezco un poco cura.
CH: Sí, pero la chaqueta está perfectamente rematada, el brillo del tejido es el justo, los ojales perfectos... No es tampoco una chaqueta cualquiera.
R.V: Es la chaqueta que tengo en mis tiendas y que puede llevar el más sencillo de los mortales, con una relación precio producto fantástica y creo que cuesta 395 euros.
CH :¿Cómo es posible que al final todos los diseñadores coincidan proponiendo las mismas tendencias? ¿Consultáis al mismo astrólogo?
R.V: (Risas) Consultamos a las meigas que nos están continuamente chivando lo que tenemos que hacer. Hay que tenerlo como algo lógico: la capacidad industrial de las materias primas, como el algodón o el lino, no se puede improvisar. Al final es como una ola en la que vamos evolucionando: unos van delante y otros detrás: las tendencias se establecen para que el consumidor tampoco se vuelva loco. Si no creamos un despiste en el que nadie se entera de nada.
¿QUÉ OPINA ROBERTO VERINO DE...?
Kate Moss: La figura que quisiera tener en mi front row y no tengo.
Olivia Palermo: También me gustaría tenerla en mis redes sociales, pero de momento no llego.
La Reina Letizia: La máxima exposición de nuestra moda. Está haciendo un enorme esfuerzo para mostrar lo que se hace en España, pero agradecería que se abriera a otros diseñadores, pero supongo que tiene muchos condicionantes .
Lady Gaga: No comulgo con sus excentricidades, pero reconozco su talento.
Kim Kardashian: Creo que es el máximo exponente de lo que todo el mundo ansía y creo que es porque a veces lo imposible se hace posible. Me queda muy lejos, es como la fábula de la zorra, está muy verde.
Kate Middleton: Está más cercana y sé que le gusta la moda española y gallega en particular. Cualquier día seremos capaces de seducirla.