MADRID, 13 Nov. (CHANCE) -
El mundo de la moda se está convirtiendo, a aparte de en una jauría de competidores, en un universo arduo de sobrevivir. La casa italiana Versace sabe bien de lo que hablamos ya que vuelve a salvar su imperio por los pelos y se plantea de nuevo buscar inversores.
Desde que su creador Gianni Versace falleciera en 1997, ha sido su sobrina Allegra- con un 50%- y los hermanos del diseñador, Santo y Donatella- quienes comparten la otra mitad- los que se han puesto al frente de la firma. Lo malo de ello es que no todo éxito radica en tener un nombre, la reinvención y adaptarse a los nuevos tiempos son esenciales para salir adelante en un mundo competitivo y en constante cambio como el de la moda.
Ya lo anunciaba el diario ABC hace unos días, y es que la falta de ideas y el no querer renunciar a su esencia le está saliendo caro a la familia Versace. Los códigos de la casa de la medusa son demasiado extravagantes para las tendencias de hoy en día, donde el reinventarse o morir parece no ser su lema. Ahora, bueno más bien de nuevo, se vuelven a ver entre la espada y la pared ya que si no consiguen un inversor, caerán en el olvido.
Tal y como apunta el diario español, a cambio de 250 millones de euros el inversor final accedería a un 20% de la empresa, eso sí, sin poder realizar ningún cambio dentro de la misma ya que la familia Versace impone el equipo directivo, la dirección artística y la estrategia a seguir. No sabemos por qué nadie les ha dicho nunca que si algo no funciona, lo mejor es hacer un lavado de cara en todos los estamentos y apostar por nuevas ideas.
En vida de Gianni la estrategia era clara: hacer uso de rostros populares para vender. Cualquiera sabe que las celebridades mueven montañas y todo lo que luzcan acaba agotando existencias, por eso en aquellos días de esplendor de la firma donde Madonna o la mismísima princesa Diana eran algunas de sus embajadoras, su éxito era indiscutible.
Ahora su familia tiene dificultades para seguir a flote, y es que hacer una colección cápsula para H&M donde poner al alcance de todo el mundo alta costura a precios low cost, no es suficiente para una firma que ya tuvo que anunciar años atrás el recorte de una cuarta parte de sus empleados para poder "aumentar su eficiencia, volver a la rentabilidad y asegurar sólidas perspectivas de crecimiento".