MADRID, 16 Oct. (CHANCE) -
Victoria Beckham se disputa los Premios Británicos de la Moda. El próximo 23 de noviembre se celebrarán en el teatro London Coliseum los British Fashion Awards, en los que, por primera vez, aparece en nombre de la diseñadora británica. Sus contrincantes serán el escocés Christopher Kane, que ya se alzó con el preciado galardón en 2013. y J. W. Anderson, el jovencísimo irlandés que dirige el apartado creativo de Loewe.
La fulgurante carrera de la mujer de David Beckham empieza a dar los frutos que ella esperaba. Nadie podía imaginar que la ex Spice Girl fuera tomada en serio en el mundo de la moda y siete años después de lanzar su primera colección, la celebridad de 41 años se encuentra entre los referentes más destacados de la moda british.
Su marido aparece en la lista de invitados, como no podía ser menos, pero también podrían ser testigos del triunfo de la ex cantante las modelos Kate Moss y Naomi Campbell, la editora de Vogue, Anna Wintour, y rostros del cine y la música, como Emma Watson y Rihanna.
Una grata noticia de la que todavía no se ha hecho eco la socialité en sus redes sociales. Sí que ha compartido con sus más de siete millones de seguidores en Instagram la portada y algunas de las fotos de la producción que ha realizado para la edición alemana de la revista Vogue. Asimismo, compartía algunos de los momentos de su último viaje a Etiopía como embajadora de buena voluntad de las Naciones Unidas. La diseñadora está volcada desde el año pasado en esta faceta altruista, que comparte con su esposo, que se mostraba muy orgulloso de la labor de su mujer dentro del programa Onusida.
Los últimos rumores apuntan al interés del matrimonio por adquirir una nueva mansión de campo en el condado de Gloucestershire por 7.5 millones de euros. Amberley House es una casa del año 1640 de seis dormitorios y ocho hectáreas de terreno, a dos horas de la capital en coche, a la que habrían echado el ojo. Sin embargo, los representantes de la pareja niegan que la vayan a comprar, de momento. Aunque con una fortuna valorada en 336 millones de euros no les supondría ningún problema la posible ampliación de su patrimonio inmobiliario. El pasado mes de agosto, el ex futbolista vendía su lujosa propiedad en La Moraleja por 5.8 millones de euros, un millón y medio más de lo que le costó comprarla en 2005 cuando fichó por el Real Madrid.