MADRID, 24 Dic. (CHANCE) -
Se cumple un año de aquel primer permiso penitenciario que disfrutó Iñaki Urdangarin el año pasado tras su ingreso en prisión desde el 18 de junio de 2018. Salía a las 8:40 a.m de la cárcel de Brieva para realizar su voluntariado en el Centro Don Orione y más tarde, fue directo a reunirse con su familia gracias al permiso de cuatro días que se le concedió.
Una noticia que recibió con los brazos abiertos y que no ha podido olvidar todos estos días de encierro en prisión. Y es que este año, las cosas son diferentes, porque tras denegarle el tecer grado penitenciario, el marido de la Infanta Cristina vive uno de los momentos más complicados.
Superado por la situación, Iñaki Urdangarin nos muestra un rostro completamente hundido cada vez que le vemos entrar o salir del Centro Don Orione. Cierto es que cada vez que hay prensa en sus inmediaciones, saluda agradecido por el apoyo, pero su mirada refleja la tristeza de un hombre que lo tenía todo y que perdió el juego.