MADRID, 1 Ago. (CHANCE) -
El pasado lunes tenía lugar la primera jornada de competición para la Copa del Rey Mapfre en Palma de Mallorca. Tras varios días de entrenamientos, el Rey Felipe VI comenzaba con su participación junto al resto de la tripulación.
En la tarde del lunes, Don Felipe confesaba a la prensa, durante el tradicional posado junto a su familia, que el primer día podría haber ido mejor, pero estaba contento con lo logrado durante la mañana. Así, hoy, regresaba al puerto de Palma para dar lo mejor en el segundo día.
Tras varias horas timoneando el Aifos, el Rey Felipe VI llegaba al Club Náutico de Palma con una sonrisa mientras la tripulación preparaba todo para abandonar el barco. Sin quitar ojo a sus compañeros, se recolocaba la gorra para evitar que le diera el sol en el rostro. Fue a ponerse las gafas de sol pero cambió de idea y tuvo dificultades para colocarlas de nuevo sobre la visera.
Cargando el vídeo....
Al bajar del Aifos, decenas de personas le esperaban en el puerto para verle. En esta ocasión, una familia y sus hijos pequeños tuvieron la oportunidad de recibir su saludo antes de abandonar las instalaciones. Se despedía con un apretón de manos de un compañero de la tripulación y se subía directamente al coche. Al intentar arrancarlo, se daba cuenta de que algo no funcionaba... ¡No tenía las llaves del vehículo! Esperó pacientemente a que le entregasen las llaves y, tras reírse del momento, arrancaba el coche y se marchaba de allí.
Cargando el vídeo....