MADRID, 22 May. (CHANCE) -
Un día más de entretenimiento y disfrute para Don Juan Carlos I en Sanxenxo, que llegaba el pasado jueves deslumbrante de felicidad por volver a su país. Recibido entre aplausos y ovaciones, el emérito está recibiendo estos días el calor de todos los ciudadanos que le quieren y le echan de menos, al menos eso es lo que le dicen cada vez que aparece en un acto público.
Esta mañana hemos podido ver a Don Juan Carlos I saliendo de la casa de su gran amigo Pedro Campos y ha seguido con la misma estrategia que estos días. Con la ventanilla bajada, saludando con la mano y sonriendo a todos los medios de comunicación que se agolpan en las inmediaciones, el monarca se mostraba radiante y cuando le preguntábamos si iba a navegar hoy... contestaba: "A eso voy, a eso voy".
Minutos más tarde, el coche conducido por Pedro Campos llegaba al Club Náutico y el rey emérito se bajaba y se apoyaba en uno de sus hombres de confianza. Al darse cuenta que no había saludado a los reporteros y fotógrafos allí presentes, se paraba en seco, giraba su cabeza, sonreía, saludaba con la mano y decía: "Buenos días".
Se trata del lado más simpático de Don Juan Carlos, que sin duda refleja el momento tan especial que está viviendo en estos momentos ahora que ha podido regresar a este país que tanto añoraba.
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